Universo noviembre-diciembre 2022

28 NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2022 D urante miles de millones de años, las mayores galaxias sa- télites de la Vía Láctea −la Gran y la Pequeña Nube de Magalla- nes− han seguido un peligroso viaje. Al orbitar la una a la otra mientras son atraídas hacia nuestra galaxia, han comenzado a deshacerse, de- jando tras de sí rastros gaseosos de desecho. Y, sin embargo, para des- concierto de los astrónomos, estas galaxias enanas permanecen intac- tas, con una vigorosa formación es- telar en curso. «Mucha gente se esforzaba por explicar cómo podían estar ahí estas corrientes de mate- rial» , dijo Dhanesh Krishnarao (en la foto de arriba), profesor asistente del Colorado College. «Si este gas fue eliminado de estas galaxias, ¿cómo siguen formando estrellas?» . Con la ayuda de los datos del teles- copio espacial Hubble de la NASA y de un satélite retirado llamado Ex- plorador Espectroscópico del Ultra- violeta Lejano (FUSE), un equipo de astrónomos dirigido por Krishnarao ha encontrado por fin la respuesta: el sistema de Magallanes está rode- ado por una corona, un escudo pro- por NASA/ESA Margaret W. Carruthers traducido por Marcelino Álvarez tector de gas ca- liente sobrecargado. Esta corona envuelve a las dos galaxias, impi- diendo que sus reservas de gas sean absorbidas por la Vía Láctea, y permitiéndoles así seguir formando nuevas estrellas. Este descubrimiento, publicado re- cientemente en Nature , aborda un aspecto novedoso de la evolución de las galaxias. «Las galaxias se en- vuelven en capullos gaseosos que ac- túan como escudos defensivos fren- te a otras galaxias» , explica el coin- vestigador Andrew Fox, del Space Telescope Science Institute de Balti- more (Maryland). Los astrónomos predijeron la existencia de la corona hace varios años. «Descubrimos que si incluíamos una corona en las si- mulaciones de la caída de las Nubes de Magallanes sobre la Vía Láctea, podíamos explicar por primera vez la masa de gas extraída» , explicó Elena D'Onghia, coinvestigadora de la Universidad de Wisconsin-Madi- son. «Sabíamos que la Gran Nube de Magallanes debería ser lo suficien- temente masiva como para tener La Corona de Magallanes debe existir UNIVERSO una corona.» Pero aunque la corona se extiende a más de 100 000 años luz de las nubes de Magallanes y cubre una enorme porción del cielo austral, es efectivamente invisible. Para cartografiarla ha sido necesario examinar 30 años de datos archiva- dos en busca de mediciones adecua- das. Los investigadores creen que la corona de una galaxia es un rema- nente de la nube primordial de gas que colapsó para formar la galaxia hace miles de millones de años. Aunque se han observado coronas alrededor de galaxias enanas más lejanas, los astrónomos nunca an- tes habían podido sondear una con tanto detalle como ésta. «Hay mu- chas predicciones de simulaciones por ordenador sobre el aspecto que deberían tener, y cómo deberían in- teractuar durante miles de millones de años, pero desde el punto de vista de la observación no podemos

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