Universo noviembre-diciembre 2020

41 NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2020 ASTROBIOLOGÍA cuencia en la banda FM, probablemente una de las utilizadas por Trem- blay y Tingay para bus- car transmisiones extra- terrestres. Los dos inves- tigadores escucharon si- multáneamente más de 3000 canales, con una resolución de 10 kHz, su- ficiente para distinguir cualquier transmisión alienígena potente, di- fundida por los planetas más cercanos a nosotros, entre los que orbitan al- rededor de los aproxima- damente 10 millones de estrellas enmarcadas por MWA. Cada observación (escucha) de toda el área probada duró solo 5 minutos, para un tiempo total de integración de 17 horas. Por pequeño que pueda parecer este perí- odo, el estudio realizado por Tremblay y Tin- gay es hasta la fecha el más profundo y extenso realizado en baja frecuencia, como señaló la propia Trembley: «El MWA es un telescopio único, con un campo de visión ex- traordinariamente amplio, que nos permite observar millones de estrellas simultánea- mente. Observamos el cielo alrededor de la constelación de Vela durante 17 horas, siendo más de 100 veces más ancho y pro- fundo que nunca» . A pesar de esto, todos los canales escucha- dos guardaron silencio. Esto es lo que dijo Tingay, para nada sorprendido por el resul- tado negativo: «Con este conjunto de da tos, no encontramos firmas tecnológicas, ni señales de vida inteligente. Como señaló Douglas Adams en The Hitchhiker’s Guide to the Galaxy, ‘el espacio es grande, realmente grande’. Y aunque este fue un estudio real- mente grande, la cantidad de espacio que miramos fue el equivalente a tratar de en- contrar algo en los océanos de la Tierra pero solo buscar un volumen de agua equivalente a una gran piscina en el patio trasero. Dado que realmente no podemos suponer cómo las posibles civilizaciones alienígenas podrían utilizar la tecnología, debemos buscar de muchas maneras diferentes. Aunque queda un largo camino por recorrer en la búsqueda de inteligencia extraterrestre, los telescopios como el MWA seguirán superando los lími- tes; tenemos que seguir buscando» . Tingay no es nuevo en estas actuaciones. An- teriormente, había sondeado rangos de fre- cuencia similares al apuntar el MWA hacia la región del Centro Galáctico y la región del Anticentro Galáctico, con los mismos resul- tados: silencio absoluto, si excluimos la in- terferencia de origen terrestre. De hecho, aunque el MWA se ha instalado en un lugar UNIVERSO L os autores de la investiga- ción mencionada en este artículo: Steven Tingay y Chenoa Tremblay. [Curtin Univer- sity, ICRAR]

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