Universo noviembre-diciembre 2020

NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2020 si en la Vía Láctea existen otras formas de vida conscientes del cosmos que las rodea. Hemos visto que, estadísticamente, es nece- sario observar o “escuchar” cientos de millo- nes de estrellas para tener una mínima posi- bilidad de registrar una señal antinatural. Evidentemente, en los últimos dos meses la situación no ha cambiado, pero se ha dado un pequeño paso, como se informa en Publi- cations of the Astronomical Society of Australia (PASA), donde han aparecido los re- sultados de una investiga- ción que merece ser comen- tada. Este enésimo trabajo de SETI fue realizado por Chenoa Tremblay y Steven Tingay (Curtin University, Australia), utilizando el ra- diotelescopio Murchison Widefield Array (MWA) del Observatorio de Radioastro- nomía de Murchison. Entre el 5 y el 23 de enero de 2018, los dos investiga- dores australianos sintoni- zaron el MWA en el rango de frecuencia de 98-128 MHz y lo apuntaron a un área del cie- lo de unos 400 grados cuadrados de ancho, centrada en la constelación de Vela. Ese rango de frecuencias cae dentro de la banda de FM (frecuencia modulada), que se usa tí- picamente en la Tierra para las transmisiones de radio. Cuando escuchamos nuestra esta- ción de radio favorita, sintonizamos una fre- UNIVERSO L as vastas ex- tensiones de Australia Occi- dental son per- fectas para la radioastronomía. En primer plano, una de las redes de 256 MWA, dis- tribuida en varios kilómetros cua- drados. [Pete Wheeler, ICRAR] A la izquierda, otras instalacio- nes, con la pre- sencia en cuadrí- cula de la investi- gadora Nichole Barry, que permi- te estimar el ta- maño de las ante- nas. [Ruby Byrne]

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