Universo noviembre-diciembre 2019
42 NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2019 EXOPLANETAS tipo Tierra. Por el contra- rio, las estrellas significati- vamente menos masivas, como las estrellas tipo K (de 0,45 a 0,8 masas sola- res), pueden garantizar una zona habitable du- rante decenas de miles de millones de años, lo que permite el desarrollo de formas de vida tal vez in- imaginables. Es probable que los planetas y las grandes lunas que orbitan estas estrellas cai- gan en la categoría de los llamados “mundos superhabitables”, una expresión acuñada en 2013 por René Heller (Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar) y John Armstrong (Universidad Estatal de Weber), para indicar aquellos cuerpos planetarios que, debido a sus características físicas y dinámicas, pueden ser aún más habitables que la Tierra. Debido a nuestro antropocentrismo empe- dernido, damos por sentado que la Tierra es el mejor lugar del universo para vivir. Esto es cierto solo para las especies que viven en nuestro planeta, ya que durante miles de mi- llones de años han evolucionado adaptán- dose a los hábitats disponibles, a veces incluso transformando ecosistemas enteros para su propio beneficio. Por lo tanto, es poco proba- ble encontrar otro planeta que sea igual- R ené Heller y John Arm- strong, los prime- ros astrónomos en proponer el concepto de “mundos super- habitables”. A continuación, una comparación de los tamaños promedio de es- trellas de dife- rentes clases es- pectrales. El Sol es una estrella de tipo G, mientras que las estrellas de tipo K son las que se cree que ofrecen las mejo- res condiciones de habitabilidad. mente adecuado para nosotros. Pero esto no significa que la Tierra sea el “mejor” planeta posible para otras formas potenciales de vida: si la Tierra hubiera tenido otras características físicas y dinámicas, tal vez la vida habría sido aún más exuberante y diversificada. Aún así, en 2013, un equipo de investigado- res dirigido por el astrobiólogo Ravi Kumar Kopparapu (Centro de Vuelo Espacial God- dard de la NASA) calculó que la zona habi- table alrededor de estrellas muy similares al Sol se extiende, en promedio, entre 0,99 y 1,7 unidades astronómicas (en la literatura, también encontramos valores marcada- mente diferentes). Esto quiere decir que al orbitar la Tierra muy cerca del límite inter- no cualquier efecto invernadero fuera de control se podría activar muy fácilmente. Tal posición interna en la zona habitable hará UNIVERSO
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjYyMDU=