Universo noviembre-diciembre 2019

13 NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2019 coso con una atmósfera extendida hasta algo similar a un mini-Neptuno. En cual- quier caso, es muy probable que estemos en presencia de un planeta inhabitable. Incluso si K2-18 b tuviera una superficie só- lida con extensiones de agua líquida (lo má- ximo que podemos esperar), el planeta podría tener una presión superficial y una gravedad superficial lo suficientemente altas como para desanimar a cualquier visitante. Otra característica negativa de K2-18 b podría ser la posible sincronización de los períodos de revolución y rotación. Este no es un evento raro en los sistemas de enanas rojas de miles de millones de años. Se desconoce la edad de K2-18, lo que significa que sus planetas po- drían estar en una etapa en la que siempre muestran la misma cara a la estrella, some- tiendo a un lado a condiciones atmosféricas y de superficie dañinas y causando condicio- nes extremas en todo el planeta en relación con la redistribución del calor acumulado. Angelos Tsiaras tiene razón cuando afirma que: «En este momento, este es el único pla- neta fuera del sistema solar que tiene la temperatura correcta para soportar el agua, tiene una atmósfera y tiene agua, lo que hace de este planeta el mejor candidato a la habitabilidad que conocemos». Pero tiene aún más razón cuando afirma que: «K2-18 b no es una ‘Tierra 2.0’ ya que es significati- vamente más pesado y tiene una composi- ción atmosférica diferente. Sin embargo, nos acerca a responder la pregunta funda- mental: ¿Es la Tierra única?» . Al considerar la baja tempera- tura de la atmósfera planeta- ria, es plausible concluir que el vapor de agua puede con- densarse en gotas y nubes, tal vez incluso causando precipi- tación de agua líquida en la atmósfera media. Las noticias positivas terminan aquí, ya que los espectros recopilados y una comparación entre los modelos atmosféricos indican que la envoltura gaseosa que rodea K2-18 b está dominada por hidrógeno, con una presen- cia significativa de helio, una mezcla alta- mente tóxica para la vida terrestre. Además, no conocemos la masa de la atmósfera y, en consecuencia, ni siquiera su densidad y pre- sión superficial. Sabemos que la masa total de K2-18 b es igual a 8-9 masas terrestres y que su diámetro es entre 2,3 y 2,7 veces el de nuestro planeta (29 300-34 400 km); el resultado es una densidad promedio entre 2,5 y 4,5 g/cm 3 . El rango amplio de estos va- lores mantiene abiertos muchos escenarios diferentes de cómo podría realmente estar estructurado K2-18 b, desde un planeta ro- UNIVERSO ! A la derecha, Angelos Tsiaras, el líder del otro grupo de investigadores in- volucrados en el descubrimiento. [UCL Physics & Astronomy]

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