Universo noviembre-diciembre 2018

44 NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2018 Al considerar que el fenómeno duraría apro- ximadamente 19 horas, Kipping y Teachey no se arriesgarían a perder el primer contacto, y comenzaron a seguir la estrella con muchas horas de anticipación, una sabia elección, ya que el planeta comenzó a transitar sobre el disco 77,8 minutos antes de lo esperado. Este notable avance ya es indicativo del hecho de que Kepler-1625b no es el único cuerpo en órbita alrededor de su estrella. Pero, la parte más emocionante del monitoreo del tránsito de octubre de 2017, fue la última, cuando 3,5 horas después de que el planeta saliera del disco, Hubble registró una atenuación secun- daria y muy débil de la luz de la estrella, con- sistente con la existencia de una luna que orbita alrededor del planeta. Desafortunada- mente, el tiempo del telescopio a disposición de los dos investigadores se agotó antes de que la luna candidata terminara su tránsito y, por lo tanto, no fue posible completar una serie de mediciones quizás decisivas para la identificación del objeto. Así es como los dos autores del estudio co- mentaron estas observaciones en su artículo publicado el 3 de octubre de 2018 en Science Advances : «La evidencia más convincente para una luna sería un tránsito exolunar, además de la TTV observada [variación del tiempo de tránsito]. Si el adelanto en el trán- sito de Kepler-1625b se debió a una luna, en- tonces deberíamos esperar que transite más tarde en el lado opuesto del baricentro. La existencia mencionada anteriormente de una U na representa- ción gráfica del gigante gaseoso Kepler-1625b con su luna del tamaño de Neptuno. En el recuadro, el pla- neta visto desde la superficie de una hipotética luna más pequeña, más lejana y más fría. disminución aparente del flujo hacia el final de nuestras observaciones es, por lo tanto, donde esperaríamos que estuviera bajo esta hipótesis. Aunque hemos establecido que esta caída es probablemente astrofísica, to- davía tenemos que discutir su importancia o su compatibilidad con un modelo de luna au- toconsistente.» Si, por el momento, aún no es posible confir- mar que el objeto “misterioso” temporal- mente llamado Kepler-1625b-I es una luna, los datos recopilados durante el tránsito nos dicen que, si así fuera, debería tener una masa de alrededor del 1,5% de la del pla- neta, y, por lo tanto, podría tener un tama- ño comparable al de Neptuno. Una luna tan grande, al no haberse formado a través de UNIVERSO

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