Universo septiembre-octubre 2023

39 SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2023 ASTRO PUBLISHING nuestro Sol, pero la evidencia es es- casa. «Los exotroyanos [planetas tro- yanos fuera del Sistema Solar] han sido hasta ahora como unicornios: la teoría les permite existir, pero nadie los ha detectado nunca» , dice el co- autor Jorge Lillo-Box, investigador principal del Centro de Astrobiología. Ahora, un equipo internacional de científicos ha utilizado ALMA, del cual ESO es socio, para encontrar la evidencia observacional más sólida hasta la fecha de que podrían existir planetas troyanos en el sistema PDS 70. Se sabe que esta joven estrella al- berga dos planetas gigantes similares a Júpiter, PDS 70b y PDS 70c. Al ana- lizar las observaciones de archivo de ALMA de este sistema, el equipo de- tectó una nube de escombros en el lugar de la órbita de PDS 70b donde se espera que existan troyanos. Los troyanos ocupan las llamadas zonas de Lagrange, dos regiones ex- tendidas en la órbita de un planeta donde la atracción gravitacional combinada de la estrella y el planeta ! U sando el ALMA, los astrónomos han encontrado el posible “her- mano” de un planeta que orbita una estrella distante. Este video resume el descubrimiento. [ESO] tora Nuria Huélamo, investigadora principal del Centro de Astrobiolo- gía. «Abre nuevas preguntas sobre la formación de troyanos, cómo evo- lucionan y qué tan frecuentes son en diferentes sistemas planetarios» , agrega Itziar De Gregorio-Monsalvo, directora de la Oficina de Ciencias de ESO en Chile, quien también con- tribuyó a esta investigación. Para confirmar completamente su detección, el equipo tendrá que es- perar hasta después de 2026, cuan- do utilicen ALMA para ver si tanto PDS 70b como su nube hermana de escombros se mueven juntos de ma- nera significativa a lo largo de su ór- bita alrededor de la estrella. «Esto sería un gran avance en el campo de los exoplanetas» , dice Balsalobre- Ruza. «El futuro de este tema es muy emo- cionante y esperamos con interés las capacidades ampliadas de ALMA, previstas para 2030, que mejorarán drásticamente la capacidad de la matriz para caracterizar troyanos en muchas otras estrellas» , concluye De Gregorio-Monsalvo. puede atrapar material. Al estudiar estas dos regiones de la órbita de PDS 70b, los astrónomos detectaron una débil señal procedente de una de ellas, lo que indica que allí podría residir una nube de escombros con una masa de hasta aproximada- mente dos veces la de nuestra Luna. El equipo cree que esta nube de es- combros podría apuntar a un mundo troyano existente en es- te sistema o a un planeta en proceso de formación. «¿Quién podría imaginar dos mundos que compar- tan la duración del año y las condiciones de habita- bilidad? Nuestro trabajo es la primera prueba de que este tipo de mundo podría existir» , afirma Balsalobre-Ruza. «Pode- mos imaginar que un pla- neta puede compartir su órbita con miles de aste- roides como en el caso de Júpiter, pero me resulta alucinante que los plane- tas puedan compartir la misma órbita.» «Nuestra investigación es un primer paso para bus- car planetas coorbitales muy temprano en su for- mación» , dice la coau- UNIVERSO E sta imagen muestra el cielo alrededor de la débil estrella enana naranja PDS 70 (en el cen- tro de la imagen). La estrella azul brillante a la de- recha es χ Centauri. [ESO/Digitized Sky Survey 2. Acknowledgement: Davide De Martin]

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