Universo septiembre-octubre 2022

24 SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2022 ASTRO PUBLISHING E ste video comienza con una vista amplia de la Vía Láctea y termina con una mirada de cerca a una rica región de formación estelar en la cer- cana Gran Nube de Magallanes, en la constelación austral de Dorado. La región específica que se muestra, 30 Doradus, también se conoce como la Nebulosa de la Tarántula. Durante el video, la imagen se desplaza en diferentes longitudes de onda de la Nebulosa de la Tarántula. [ESO/Digiti- zed Sky Survey 2/N. Risinger (skysurvey.org )/R. Gendler − ESO/M. Kornmesser, ALMA (ESO/NAOJ/ NRAO)/Wong et al., ESO/M.-R. Cioni/VISTA Mage- llanic Cloud survey. Acknowledgment: Cambridge Astronomical Survey Unit] UNIVERSO ! sobre 30 Doradus presentada en la reunión de la Sociedad Astronó- mica Americana (AAS) y publicada en The Astrophysical Journal . Origi- nalmente, el equipo pensó que en estas áreas el gas sería demasiado escaso y estaría demasiado agitado por la turbulenta retroalimentación como para que la gravedad lo uniera y creara así nuevas estrellas. Pero los nuevos datos también revelan fila- mentos mucho más densos donde el papel de la gravedad sigue siendo significativo. «Nuestros resultados implican que incluso en presencia de una retroalimentación muy fuerte, la gravedad puede ejercer una po- tente influencia y dar lugar a una continuidad en la formación este- lar» , agrega Wong, profesor de la Universidad de Illinois en Urbana- Champaign, Estados Unidos. Ubicada en la Gran Nube de Maga- llanes, una galaxia satélite de nues- tra propia Vía Láctea, la nebulosa de la Tarántula, que se encuentra a unos 170000 años luz de distancia de la Tierra, es una de las regiones de formación estelar más brillantes y activas de nuestro vecindario galác- tico. En su corazón se encuentran al- gunas de las estrellas más masivas conocidas, unas pocas con más de 150 veces la masa de nuestro Sol, lo que hace que la región sea perfecta para estudiar cómo las nubes de gas colapsan bajo la gravedad para for- mar nuevas estrellas. «Lo que hace que 30 Doradus sea único es que está lo suficientemente cerca como para que podamos estudiar en deta- lle cómo se están formando las estre- llas y, sin embargo, sus propiedades son similares a las que se encuentran en galaxias muy distantes, cuando el Universo era joven» , declara Guido De Marchi, científico de la Agencia Espacial Europea (ESA) y coautor del artículo que presenta la nueva inves- tigación. «Gracias a 30 Doradus, po- demos estudiar cómo las estrellas solían formarse hace 10 000 millones de años, cuando nacieron la mayoría de las estrella.» Aunque la mayoría de los estudios previos de la nebulosa de la Tarán- tula se han centrado en su núcleo, la comunidad astronómica sabe des- de hace mucho tiempo que la for- mación masiva de estrellas también ocurre en otros lugares. Para comprender mejor este pro- ceso, el equipo realizó observaciones de alta resolución que cubrieron una gran región de la nebulosa. Usando ALMA, midieron la emisión de luz del gas monóxido de carbono. Esto les permitió mapear las grandes nubes de gas frío de la nebulosa que colapsan para dar a luz a nuevas es- trellas, y cómo cambian a medida que esas estrellas jóvenes liberan enormes cantidades de energía. «Esperábamos encontrar que las partes de la nube más cercanas a las jóvenes estrellas masivas mostrarían signos más claros de gravedad so- brepasada por la retroalimenta- ción» , afirma Wong. «En cambio, descubrimos que la gravedad sigue siendo importante en estas regiones expuestas a la retroalimentación, al menos para las partes de la nube que son lo suficientemente densas.» En la imagen publicada por ESO, ve- mos los nuevos datos de ALMA su- perpuestos en una imagen infrarroja anterior de la misma región que muestra estrellas brillantes y claras nubes rosadas de gas caliente, toma- das con el Very Large Telescope (VLT) de ESO y el Visible and Infrared Sur- vey Telescope for Astronomy (VISTA) de ESO. La composición muestra la distintiva forma de tela o de red de las nubes de gas de la nebulosa de la Tarántula, lo cual dio lugar a su nombre de araña. Los nuevos datos de ALMA com- prenden los brillantes rastros rojos y amarillos de la imagen: gas muy frío y denso que algún día podría colap- sar y formar estrellas. La nueva in- vestigación contiene importantes claves sobre cómo se comporta la gravedad en las regiones de forma- ción estelar de la nebulosa de la Ta- rántula, pero el trabajo está lejos de terminar. «Todavía hay mu-cho más que hacer con este fantástico con- junto de datos, y lo estamos dando a conocer para alentar al resto de la comunidad a realizar nuevas investi- gaciones» , concluye Wong.

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