Universo septiembre-octubre 2020

34 SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2020 ASTROBIOLOGÍA SETI, de hecho, cuenta con menos de cien científicos, mientras son miles los que se de- dican a ese tipo de investigación en cientos de otros institutos. Históricamente, el naci- miento de SETI se remonta a 1960, el año en que el astrónomo Frank Drake comenzó el Proyecto Ozma, que planeaba usar el radio- telescopio de 26 metros de Green Bank (Vir- ginia Occidental) para “escuchar” los posibles mensajes de las estrellas Tau Ceti y Epsilon Eridani. Drake probablemente se inspiró en un trabajo teórico del año anterior, realizado por Philip Morrison y Giu- seppe Cocconi, quienes sugirieron que cualquier civilización extraterres- tre podría usar señales de radio para comunicarse con nosotros. A decir verdad, esta idea no era muy original, de hecho, ya había sido propuesta a principios de 1900 por Guglielmo Marconi, Lord Kelvin y David Peck Todd, quienes propusieron usar on- das de radio para contactar a una po- sible civilización marciana. La búsqueda de señales de radio arti- ficiales procedentes del espacio ha sido la piedra angular de todos los proyectos SETI, al menos hasta la invención y el desarrollo del láser, considerado inme- diatamente como una solución alternativa que una civilización extraterrestre podría ele- gir para comunicarse en el espectro visible en lugar de en la radio. Es bastante evidente que los proyectos SETI siempre se han carac- terizado y condicionado por un antropocen- UNIVERSO E l físico Giusep- pe Cocconi fue uno de los prime- ros científicos en proponer estrate- gias SETI. [CERN] Abajo, el astróno- mo Frank Drake y su famosa fór- mula, que nos permite estimar el número de ci- vilizaciones tec- nológicas en nuestra galaxia.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjYyMDU=