Universo septiembre-octubre 2019

21 SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2019 CRÓNICAS ESPACIALES V isión artística de la Vía Láctea actual. [Gabriel Pérez Díaz, SMM (IAC)] 10 mil millones de años un violento impacto con Gaia-Encélado. Como consecuencia, algunas de sus estre- llas y las pertenecientes a Gaia-Encé- lado adquirieron movimientos caóti- cos, pasando a formar parte del halo de la Vía Láctea. Tras ello, se sucedie- ron violentos brotes de formación estelar hasta hace 6000 millones de años, cuando el gas se asentó en el disco de nuestra galaxia dando lugar al conocido como disco fino. «Hasta ahora, tanto las predicciones cosmológicas como la observación de galaxias espirales lejanas simila- res a la Vía Láctea indicaban que esta fase violenta de fusión de es- tructuras menores era frecuente» , aclara Matteo Monelli, investigador del IAC y coautor del trabajo. Ahora, se ha conseguido particulari- zar dicho proceso a nuestra galaxia, desvelando así las primeras etapas de nuestra historia cósmica con un detalle sin precedentes. rencia una de la otra? «La pieza final del puzle la proporcionó la cantidad de metales (elementos que no son ni hidrógeno ni helio) que poseen las estrellas de una y otra componente» , explica Tomás Ruiz Lara, investigador del IAC y otro de los autores del ar- tículo. Y añade: «Las estrellas de la componente azul contienen una cantidad menor de metales que las de la componente roja» . Estos ha- llazgos, sumados a predicciones de simulaciones cosmológicas, también analizadas en el estudio, permitie- ron completar la historia de la for- mación de la Vía Láctea. Hace 13000 millones de años se em- pezaron a formar estrellas en dos sis- temas estelares diferenciados que luego se fusionaron: una galaxia enana llamada Gaia-Encélado y otro, el progenitor principal de nuestra Galaxia, unas cuatro veces más ma- sivo y con mayor cantidad de meta- les. El sistema más masivo sufrió hace halo galáctico presentaba muestras inequívocas de estar formado por dos componentes estelares distintas, una dominada por estrellas más azu- les que la otra. La forma de moverse de las estrellas de la componente azul pronto permitió identificarla como los restos de una galaxia enana (Gaia-Encélado) que impactó con una primigenia Vía Láctea. Sin em- bargo, la naturaleza de la población roja y el momento de la fusión entre Gaia-Encélado y nuestra Galaxia no se habían desvelado hasta ahora. «El análisis de los datos de Gaia nos ha permitido obtener la distribución de edades de las estrellas de ambas componentes y ha mostrado que ambas están formadas por estrellas igualmente viejas, con una edad promedio mayor que la del disco grueso» , indica el investigador del IAC y coautor del trabajo Chris Brook. Pero si ambas componentes se for- maron al mismo tiempo, ¿qué dife- ! UNIVERSO

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