Universo septiembre-octubre 2018
51 SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2018 CRÓNICAS ESPACIALES una pesa de gim- nasia vista en imá- genes actuales. Los resultados se presentan en un par de artículos de un equipo dirigido por Nathan Smith de la Universidad de Arizona en Tuc- son, Arizona, y Ar- min Rest del Space Telescope Science Institute en Balti- more, Maryland. Los ecos de luz se detectaron en imá- genes de luz visi- ble obtenidas des- de 2003 con teles- copios de tamaño medio en Cerro To- lolo, Observatorio Interamericano en Chile. Usando los telescopios Mage- llan, los más gran- des de la Institu- ción Carnegie pa- ra la Ciencia en el Observatorio Las Campanas y el Ob- servatorio Gemini Sur, ambos tam- bién ubicados en Chile, el equipo usó espectroscopía para diseccionar la luz, lo que les ha permitido medir las velocidades de expansión del material eyectado. El material cronometrado se com- prime a más de 20 millones de millas por hora (más de 32 millones de Km/h, lo suficientemente rápido como para viajar desde la Tierra a Plutón en unos días). Las observacio- nes ofrecen nuevas pistas sobre el misterio que rodea la titánica con- vulsión que, en ese momento, hizo Eta Carinae, la segunda estrella más brillante vista en el cielo desde la Tierra entre 1837 y 1858. Los datos apuntan a cómo pudo haber llegado a ser la estrella más luminosa y ma- siva de la galaxia en la Vía Láctea. «Vemos estas velocidades realmente altas en una estrella que parece haber tenido una poderosa explo- sión, pero de alguna manera sobre- vivió » , explica Smith. «La forma más fácil de hacer esto es con una onda de choque que sale de la estrella y acelera material a velocidades muy altas» . Las estrellas masivas normal- mente encuentran su final en even- tos impulsados por un gran cata- clismo cuando sus núcleos colapsan para generar una estrella de neutro- nes o agujero negro. Los astrónomos ven este fenómeno en explosiones de supernova donde la estrella des- aparece. Entonces, ¿cómo es posible que una estrella explote con un gran cataclismo, pero que no sea sufi- ciente para destruirse completa- mente a sí misma? Algunos eventos violentos deben haber arrojado solo UNIVERSO E ste gráfico de seis paneles ilustra un posible escenario para la poderosa explosión vista hace 170 años en el sistema estelar Eta Carinae. 1 - Eta Carinae inicialmente era un sistema estelar triple. Dos estrellas gigantes (A y B) en el sistema están en órbita cercana y una tercera compañera C está orbi- tando mucho más lejos. 2 - Cuando la más masiva de las estrellas binarias cercanas (A) se acerca al final de su vida, comienza a expandirse y vierte la mayor parte de su material en su hermana un poco más pequeña (B). 3 - La hermana (B) se llena alrededor de 100 masas solares y se vuelve extremadamente brillante. La estrella donante (A) ha sido despojada de sus capas de hidrógeno, exponiendo su núcleo de helio caliente. La transferencia de masa altera el equilibrio gravitacional del sistema, y la estrella de núcleo de helio se aleja de su monstruosa hermana. 4 - La estrella de núcleo de helio interactúa gravi- tacionalmente con la estrella más externa (C), tirando de ella en la interacción. Las dos estrellas inter- cambian lugares, y la estrella más externa es empujada hacia dentro. 5 – La estrella C, moviéndose hacia adentro, interactúa con la hermana extremadamente masiva, creando un disco de material alre- dedor de la estrella gigante. 6 - Eventualmente, la estrella C se fusiona con la estrella gigante, produ- ciendo un evento explosivo que forma lóbulos bipolares de material expulsado de la monstruosa hermana. Mientras tanto, la compañera superviviente, A, se establece en una órbita alargada alrede- dor del par fusionado. Cada 5,5 años pasa a través de la capa envolvente gaseosa exterior de la estrella gigante, produciendo ondas de choque que se detectan en rayos X. [NASA, ESA, and A. Feild (STScI)]
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