Universo septiembre-octubre 2018

17 SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2018 CRÓNICAS ESPACIALES la Vía Láctea como marca- dores de hitos. «Cuando usas cefeidas, necesitas distancia y brillo» , explica Riess. Hubble proporcionó la información sobre el bri- llo, y Gaia proporcionó la información de paralaje necesaria para determinar con precisión las distancias. La paralaje es el cambio aparente en la posición de un objeto debido a un cambio en el punto de vis- ta del observador. Los an- tiguos griegos usaron por primera vez esta técnica para medir la distancia de la Tierra a la Luna. «Hubble es realmente increíble como un observatorio de propósito general, pero Gaia es el nuevo estándar de oro para calibrar la dis- tancia. Está diseñado es- pecialmente para medir paralaje: para eso está di- señado» , agregó Stefano Casertano del Instituto de Ciencia del Telescopio Es- pacial y miembro del Equi- po SHOES. «Gaia ofrece una nueva capacidad para recalibrar todas las medidas de distancia pasa- das, y parece confirmar nuestro tra- bajo anterior. Obtenemos la misma respuesta para la constante de Hub- ble si reemplazamos todas las cali- braciones previas de la escalera de distancia con solo las paralajes de Gaia. Es una verificación cruzada entre dos observatorios muy poten- tes y precisos» . El objetivo del equipo de Riess es trabajar con Gaia para cruzar el umbral de refinamiento de la constante de Hubble a un valor de solo un uno por ciento a principios de la década de 2020. Mientras tan- to, los astrofísicos probablemente continuarán lidiando con la revisión de sus ideas sobre la física del uni- verso temprano. ! CMB para medir la trayec- toria del universo poco después del Big Bang y luego usa la física para describir el universo y ex- trapolar a la velocidad de expansión actual. Juntas, las mediciones deberían proporcionar una prueba de extremo a extremo de nuestra comprensión bá- sica del llamado “Modelo Estándar” del universo. Sin embargo, las piezas no en- cajan. Utilizando el Hub- ble y los datos recién pu- blicados de Gaia, el equipo de Riess midió la tasa ac- tual de expansión en 73,5 kilómetros por segundo por megaparsec. Esto sig- nifica que por cada 3,3 mi- llones de años luz que una galaxia se aleja de nos- otros, parece moverse 73,5 kilómetros por segundo más rápido. Sin embargo, los resultados de Planck predicen que el universo debería expandirse hoy a solo 67,0 kilómetros por segundo por megaparsec. A medida que las mediciones de los equipos se han vuelto cada vez más precisas, el abismo entre ellas ha continuado ampliándose, y ahora es aproximadamente 4 veces el ta- maño de su incertidumbre combi- nada. A lo largo de los años, el equipo de Riess ha refinado el valor de la constante de Hubble mediante la racionalización y el fortalecimien- to de la “escalera de distancia cós- mica”, que se utiliza para medir distancias precisas a galaxias cerca- nas y lejanas. Compararon esas dis- tancias con la expansión del espacio, medida por el estiramiento de la luz de las galaxias cercanas. Usando la velocidad aparente de expansión en cada distancia, calcularon la cons- tante de Hubble. UNIVERSO U tilizando dos de los telescopios espaciales más potentes del mundo, el Hubble y Gaia de la ESA, los astrónomos han realizado las mediciones más precisas, hasta la fecha, de la tasa de expansión del universo. Ésta se calcula midiendo las distancias entre las galaxias cercanas usando un tipo especial de estrellas llamadas variables Cefeidas como patrones cósmi- cos. Al comparar su brillo intrínseco medido por el Hubble, con su brillo aparente desde la Tierra, los científicos pueden calcu- lar sus distancias. Gaia refina aún más esta medida midiendo geométricamente las distancias a las variables Cefeidas dentro de nuestra galaxia Vía Láctea. Esto permitió a los astrónomos calibrar con mayor precisión las distancias a las Cefeidas que se ven en galaxias externas. [NASA, ESA, and A. Feild (STScI)] Para medir distancias entre galaxias cercanas, su equipo usó un tipo es- pecial de estrella como marcadores cósmicos o marcadores de hito. Estas estrellas pulsantes, llamadas varia- bles Cefeidas, se iluminan y atenúan a velocidades que corresponden a su brillo intrínseco. Al comparar su bri- llo intrínseco con su brillo aparente visto desde la Tierra, los científicos pueden calcular sus distancias. Gaia refinó aún más este patrón mi- diendo geométricamente la distan- cia a 50 variables Cefeidas en la Vía Láctea. Estas medidas se combinaron con mediciones precisas de sus brillos hechas por el Hubble. Esto permitió a los astrónomos calibrar con mayor precisión las Cefeidas y luego usar aquellas que se encuentran fuera de

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