Universo septiembre-octubre 2018

11 SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2018 PLANETOLOGÍA E ste mapa muestra la topografía de la región polar sur de Marte, incluida la topografía enterrada por gruesos depósitos de material helado. El mapa es una combina- ción de datos de elevación subsuperficial adquirida por Mars Advanced Radar for Subsurface and Ionospheric Sounding (MARSIS) a bordo del orbitador Mars Express de la ESA, y datos de elevación superficial adquiridos por Mars Orbiter Laser Altimeter a bordo del orbitador Mars Global Surveyor de la NASA. La línea negra muestra el lí- mite de los depósitos en capas polares del sur, una unidad geológica rica en hielo que fue probada por MARSIS. Los valores de elevación dentro del contorno negro, medidos por MARSIS, muestran la topografía en el límite entre los depósitos en capas y el material subyacente, una interfaz conocida como el “lecho” de los depósitos. La elevación del terreno se muestra por colores, con el púrpura y el azul como las áreas más bajas, y el naranja y el rojo como el más alto. El rango total de elevación que se muestra es de aproximadamente 5 kilómetros. Los datos del radar revelan características no detectadas previamente de la topografía del lecho, incluidas depresiones de hasta 1 ki- lómetro de color morado en la región casi polar. El límite de los depósitos estratificados fue sondeado por científi- cos de los EE. UU. El círculo oscuro en el centro superior es el área hacia el polo opuesto a 87° latitud sur, donde los datos MARSIS no se pueden recopilar. El mapa cubre un área de 1670 por 1800 kilómetros. [NASA/JPL/ASI/ ESA/Univ. of Rome/MOLA Science Team/USGS] UNIVERSO ! de superficie. En las concentraciones correc- tas, es posible bajar el punto de congelación a -74°C, un poco más frío que la temperatura pronosticada para la zona líquida detectada. Los ingredientes necesarios para reducir en gran medida el punto de congelación del agua pueden estar presentes en las zonas re- flectantes, tanto en términos de química y geología, aunque debe tenerse en cuenta que este agua líquida sería todo menos po- table. Todas las indicaciones para el agua lí- quida presente en Marte se describen mu- cho mejor como salmueras muy saladas. En la Tierra, las salmueras se usan como conser- vante, un líquido más adecuado para matar la vida microbiana que un medio en el que podrían existir dichos organismos. Esa final, y más interesante, pregunta per- manece. ¿Podría este posible salobre y sub- glacial lago dar soporte a la vida? El consenso general es que las posibilidades son muy pequeñas. Cuando los científicos afirman que el agua líquida es una necesi- dad para la vida, implícita en esa afirmación está el hecho de que el agua líquida tiene suficiente energía para permitir que las mo- léculas orgánicas se muevan y que la quí- mica suceda. Una salmuera salada posible- mente a -68°C está muy alejada del agua de mar tropical, lo que permite, en el mejor de los casos, un movimiento lento de las molé- culas disueltas y solo una química lenta e in- frecuente. Dicho esto, la Tierra está repleta de extremófilos que crecen y prosperan en entornos que matarían rápidamente a otros organismos, y 4 mil millones de años es un largo tiempo para adaptarse a condiciones inhóspitas. Las futuras misiones a Marte pro- barán directamente la probabilidad de vida existente o antigua en el planeta, y los astro- biólogos esperan ansiosamente los hallaz- gos. El hecho de que la vida puede desarro- llarse independientemente en dos o más cuerpos en nuestro propio Sistema Solar cam- biaría fundamentalmente nuestras percep- ciones de la vida más allá de nuestro vecin- dario muy pequeño en formas mucho más profundas que en las que el descubrimiento de exoplanetas ha cambiado nuestra com- prensión de la formación planetaria.

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