Universo julio-agosto 2021

27 ASTRO PUBLISHING UNIVERSO rrestres y espaciales. A raíz de este renovado entusiasmo, en 2018 la NASA había comenzado a conside- rar la búsqueda de tecnofirmas como una actividad a evaluar y apo- yar. No en vano, la agencia había or- ganizado la reunión “NASA Techno- signatures Workshop” en septiem- bre de ese año, con la intención es- pecífica de definir el estado actual del arte en el campo de las tecno- firmas, los límites actuales de su in- vestigación y los proyectos a ser desarrollados en el futuro inme- diato. Uno de los puntos de discu- sión en la reunión fue el papel que la NASA podría haber desempeñado en el avance del conocimiento sobre las firmas tecnológicas, en asocia- ción con otras organizaciones. El in- terés mostrado por la agencia en esa ocasión representó un punto de inflexión en el enfoque general de las tecnofirmas no radiofónicas, que se convirtió así en algo más que un extraño campo de investigación al borde de la ciencia ficción. Dos años más tarde, en agosto de 2020, la NASA patrocinó un segundo taller sobre el tema, llamado “Tech- noClimes 2020” organizado por el Instituto de Ciencia Blue Marble Space. El propósito de este segundo encuentro entre los principales ex- pertos del sector fue elaborar una agenda de investigación para tecno- firmas, evaluando proyectos y misio- nes que pudieran ofrecer nuevas oportunidades, independientemen- te de los límites actuales de recursos disponibles. Por primera vez, se combinaron los esfuerzos de diferentes iniciativas, ofreciendo una visión general de las capacidades actuales y futuras para realizar una búsqueda sistemática de firmas tecnológicas. Los instrumen- tos que los astrobiólogos tendrán a su disposición en unos años les per- mitirán detectar en el espacio tecno- firmas con intensidades comparables a las terrestres, hasta distancias de decenas o cientos de años luz. Ac- tualmente, con las infraestructuras astronómicas a nuestra disposición, solo podemos detectar tecnofirmas mucho más intensas que las nuestras, probablemente producidas por tec- nologías superiores. Según una de las conclusiones surgi- das de TechnoClimes 2020, es poco probable que civilizaciones con un nivel de desarrollo tecnológico rela- tivamente bajo (más o menos como el nuestro) pudieran entrar en con- tacto entre sí, pues esto requeriría capacidad de transmisión o recep- ción aún no disponible o la construc- ción de estructuras muy grandes o muy luminosas, obras que difícil-