Universo julio-agosto 2019
ASTRONÁUTICA 5 C ontinuemos y completemos nuestra contribución a las ce- lebraciones del quincuagé- simo aniversario de la conquista de la Luna, cuya primera parte se pu- blicó en el número de mayo-junio. El objetivo sigue siendo resaltar las razones por las cuales la NASA eli- gió esos sitios específicos para los seis aterrizajes de los humanos y la importancia que estos sitios tuvie- ron y aún tienen desde el punto de vista del conocimiento de la evolu- ción geológica de la Luna. Después de tomar muestras de los territorios 'marinos' y de la Forma- ción Fra Mauro, los geólogos esta- ban ansiosos por conducir a los as- tronautas a un entorno montañoso, pero no se había inspeccionado su- ficientemente este sitio como para certificarlo para un aterrizaje. Sin embargo, no había escasez de alternativas alcanzables. Además de las estructuras aparentemente vol- cánicas de Marius Hills y Rima Davy, había un sistema de crestas y ba- rrancos de aspecto oscuro en el Mare Serenitatis, que el Apollo 14 planeaba visitar antes de ser rediri- gido a Fra Mauro. Al principio, se suponía que el Apolo 15 era una mi- sión 'H' (aterrizaje de precisión, con una permanencia de hasta dos días en la Luna, con dos actividades ex- travehiculares), pero el 2 de sep- tiembre de 1970, se decidió conver- tirlo en la primera misión 'J', capaz de permanecer más tiempo en la Luna y con mayor movilidad en la superficie. Por este motivo, real- mente se necesitaba un sitio con múltiples estructuras para aprove- char el enorme potencial de explo- ración que ofrecía el Lunar Roving Vehicle (LRV). El objetivo favorito fue una nueva candidata: Rima Ha- dley, al este de Mare Imbrium. A POLO 15 − Vista panorámica del área opera- cional del Apolo 15. [NASA, Project Apollo Archive; image merging by Astro Publishing]
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