Universo mayo-junio 2024

7 MAYO-JUNIO 2024 ASTRO PUBLISHING UNIVERSO comprendieron en ese momento. Lo suficiente como para construir tem- plos y pirámides para apaciguar la ira de los dioses. Para nosotros, los astrofotógrafos, la totalidad fue también el comien- zo de una actividad frenética y es- tresante. Magníficas protuberancias adornaban el borde del disco oscuro, visibles a simple vista. Eso sí, no hay que olvidar quitar el filtro delante del telescopio, y hacer fotos para resaltar tanto las protuberancias, con un tiempo de exposición corto (de apro- ximadamente 1/1000 a 1/2000, a 100 ISO), como la Corona más o menos extendida, con exposiciones más lar- gas (desde 1/500 hasta 1/25). Sin embargo, el velo de nubes ate- nuó la corona exterior, que apenas aparece en las fotografías, mezclada con el reflejo de las nubes. Este mis- mo velo también nos impidió ver las sombras voladoras, justo antes de la totalidad, tan bien vistas en 2017. En la pantalla de la cámara, en la parte trasera de mi refractor de 60 mm, los cirros que se deslizaban suavemente hacia el este, frente al Sol creaban un destello de la corona solar, aña- diendo un elemento sorprendente a este eclipse. La duración de 4 minutos y 12 se- gundos en nuestro sitio de observa- ción puede parecer larga, pero to- dos los que estaban ocupados to- mando fotografías descubrieron que pasó demasiado rápido porque está- bamos ocupados eligiendo los ajus- tes correctos en la fotografía de la cámara. Entre una foto y otra, ¡re- cuerda también levantar la cabeza para apreciar el espectáculo con tus propios ojos! Los observadores más previsores preparan una banda so- nora que describe detalladamente el momento del eclipse, para no sor- prenderse con el paso del tiempo. Aunque sabemos que debemos pre- pararnos bien, nunca logramos apli- car el programa planificado en el momento de la totalidad. U n amplio campo del eclipse muestra el planeta Venus, hecho visible gracias al oscurecimiento del cielo durante la fase de totalidad. [F. Blateyron] La repentina aparición del segundo diamante, a la derecha del Sol, marcó el fin de la totalidad, ¡tomándonos por sorpresa! Apenas tuve tiempo de cambiar el filtro y el clamor de ale- gría y aplausos resonaron en la playa. Una sensación de calma y emoción nos invadió, aliviados de haber po- dido ver este hermoso eclipse, a pesar del velo de nubes. Justo el día ante- rior pensábamos que nos resignaría- mos a la idea de que quizás las nubes arruinarían nuestro viaje. Por mi parte, fue mi tercer eclipse total y ya estoy pensando en el pró- ximo, en 2026, en España, o quizás en Islandia, luego en 2027, en Egipto, durante una de las totalida- des más largas: 6 minutos y 30 se- gundos. ¡En nuestro grupo, algunos estaban en su séptimo o décimo eclipse! Quien haya visto uno en buenas condiciones sólo puede de- sear ver otro. Curiosamente, la fase parcial que sigue a la totalidad pa- rece significativamente menos im- portante. Varios participantes ya habían recogido su material, otros se quedaron hasta el final. Había- mos salido para el eclipse, pero tam- bién para visitar México durante dos semanas, y conocer los sitios arqueo- lógicos más hermosos, desde la costa del Pacífico hasta la punta de Yuca- tán, descubriendo la cultura, gastro- nomía y artesanía de cada una de las regiones que atravesamos. Final- mente, pudimos respirar y disfrutar del viaje, al mismo tiempo que en- contramos tiempo para procesar nuestras numerosas fotografías y es- cribir estas líneas. ►

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