Universo mayo-junio 2024

33 MAYO-JUNIO 2024 Los ORCs eran enormes, con cientos de kilopársecs de ancho, donde un kilopársec es igual a 3260 años luz (para referencia, la galaxia de la Vía Láctea tiene aproximadamente 30 kilopársecs de ancho). Se propusie- ron múltiples teorías para explicar el origen de los ORCs, incluyendo nebulosas planetarias y fusiones de agujeros negros, pero los datos de radio por sí solos no podían discrimi- nar entre las teorías. Coil y sus cola- boradores estaban intrigados y pen- saron que era posible que los anillos de radio fueran un desarrollo de las últimas etapas de las galaxias con formación estelar que habían estado estudiando. Comenzaron a investi- gar ORC 4, el primer ORC descu- bierto que es observable desde el Hemisferio Norte. Hasta entonces, los ORC solo se habían observado a través de sus emisiones de radio, sin ningún dato óptico. El equipo de Coil utilizó un espectrógrafo de campo integral en el Observatorio W.M. Keck en Maunakea, Hawái, para observar ORC 4, lo que reveló una tremenda cantidad de gas alta- mente luminoso, calentado y com- primido, mucho más de lo que se ve en una galaxia promedio. Con más preguntas que respuestas, el equipo se puso manos a la obra en un tra- bajo detectivesco. Utilizando datos de imágenes ópticas e infrarrojas, determinaron que las estrellas den- tro de la galaxia ORC 4 tenían alre- dedor de 6 mil millones de años. «Hubo un estallido de formación es- telar en esta galaxia, pero terminó hace aproximadamente mil millones de años» , declaró Coil. Cassandra Lochhaas, una becaria postdoctoral en el Harvard & Smithsonian Center for Astrophysics especializada en el lado teórico de los vientos galácticos y coautora del artículo, realizó un conjunto de simulaciones numéricas por computadora para replicar el ta- maño y las propiedades a gran escala del anillo de radio, incluida la gran cantidad de gas frío impactado en la galaxia central. Sus simulaciones mostraron vientos galácticos que so- plaron durante 200 millones de años antes de que se apagaran. Cuando el viento se detuvo, la onda de choque continuó impulsando gas de alta temperatura fuera de la galaxia y creó un anillo de radio, mientras que otra onda de choque inverso hizo que el gas más frío cayera de nuevo sobre la galaxia. La simulación se desarrolló durante 750 millones de años, dentro del margen de la edad estelar estimada de mil millones de años de ORC 4. «Para que esto funcione, necesitas una alta tasa de flujo de salida de masa, lo que significa que está ex- pulsando mucho material muy rápi- damente. Y el gas circundante justo fuera de la galaxia debe tener baja densidad, de lo contrario, la onda de choque se estanca. Estos son los dos factores clave» , afirmó Coil. «Resulta que las galaxias que hemos estado estudiando tienen estas altas tasas de flujo de salida de masa. Son raras, pero existen. Realmente creo que esto apunta a que los ORC tienen su origen en algún tipo de viento ga- láctico saliente» . No solo los vientos salientes pueden ayudar a los astrónomos a compren- der los ORC, sino que los ORC tam- bién pueden ayudar a los astrónomos a entender los vientos salientes. «Los ORC nos proporcionan una forma de 'ver' los vientos a través de datos de radio y espectroscopia» , dijo Coil. «Esto puede ayudarnos a determinar qué tan comunes son estos vientos galácticos tan extremos y cuál es su ciclo de vida. También pueden ayu- darnos a aprender más sobre la evo- lución galáctica: ¿pasan todas las galaxias masivas por una fase de ORC? ¿Las galaxias espirales se vuel- ven elípticas cuando ya no están for- mando estrellas? Creo que hay mu- cho que podemos aprender sobre los ORC y de los ORC» . ! L os extraños anillos de radio, como ORC 1 mostrado arriba, son lo suficientemente grandes como para contener galaxias en sus centros y alcanzar cientos de miles de años luz de diámetro. [Jayanne English/University of Manitoba] plotan cerca unas de otras al mismo tiempo, la fuerza de estas explosio- nes puede expulsar el gas de la pro- pia galaxia en forma de vientos que pueden viajar a una velocidad de hasta 2000 kilómetros por segundo. «Estas galaxias son realmente intere- santes» , dijo Coil, quien también es presidenta del Departamento de Astronomía y Astrofísica. «Ocurren cuando dos grandes galaxias chocan. La fusión empuja todo el gas hacia una región muy pequeña, lo que provoca una intensa ráfaga de for- mación estelar. Las estrellas masivas se queman rápidamente y cuando mueren, expulsan su gas en forma de vientos» . Los desarrollos tecnológicos permitieron a ASKAP escanear gran- des porciones del cielo con límites muy tenues, lo que hizo que los ex- traños anillos de radio (ORCs) fueran detectables por primera vez en 2019. UNIVERSO

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