Universo mayo-junio 2023

45 cómo cambia la polarización con la orientación del asteroide en relación con nosotros y con el Sol revela la es- tructura y composición de su superfi- cie.» Bagnulo y sus colegas utilizaron el instrumento FOcal Reducer/Low dispersion Spectrograph 2 (FORS2), instalado en el VLT, para monitorear el asteroide, y detectaron que el nivel de polarización cayó repentinamente después del impacto. Al mismo tiem- po, el brillo general del sistema au- mentó. Una posible explicación sería que el impacto expuso más material prístino del interior del asteroide. «Tal vez el material excavado por el impacto era intrínsecamente más bri- llante y menos polarizado que el ma- terial presente en la superficie, ya que nunca estuvo expuesto al viento solar ni a la radiación solar» , afirma Bag- nulo. Otra posibilidad es que el im- pacto destruyera partículas de la superficie, expulsando así otras mu- cho más pequeñas a la nube de es- combros. «Sabemos que, bajo ciertas circunstancias, los fragmentos más pe- queños son más eficientes para refle- jar la luz y menos eficientes para polarizarla» , explica Zuri Gray, estu- diante de doctorado también en el Observatorio y Planetario de Armagh. Los estudios realizados por los equi- pos liderados por Bagnulo y Opitom muestran el potencial del VLT cuan- do sus diferentes instrumentos traba- jan juntos. De hecho, además de MUSE y FORS2, las secuelas del im- pacto se observaron con otros dos instrumentos del VLT, y el análisis de estos datos está en curso. «Esta inves- tigación aprovechó una oportunidad única cuando la NASA hizo impactar una nave contra un asteroide − con- cluye Opitom − por lo que no es po- sible repetirlo con ninguna instala- ción futura. Esto hace que los datos obtenidos con el VLT en el momento del impacto sean extremadamente valiosos en lo relacionado con mejo- rar nuestra comprensión sobre la na- turaleza de los asteroides.» UNIVERSO ! E sta serie de imágenes, tomadas con el instrumento MUSE, insta- lado en el Very Large Telescope de ESO, muestran la evolución de la nube de escombros que fue expul- sada cuando la nave espacial DART de la NASA colisionó con el asteroide Dimorphos. La primera imagen fue tomada el 26 de septiembre de 2022, justo antes del impacto, y la última fue tomada casi un mes después, el 25 de octubre. Durante este período se desarrollaron varias estructuras: cúmulos, espirales y una larga cola de polvo empujada por la radiación del Sol. La flecha blanca en cada panel marca la dirección del Sol. Di- morphos orbita un asteroide más grande llamado Didymos. La barra horizontal blanca corresponde a 500 kilómetros, pero los asteroides están a solo 1 kilómetro de distancia, por lo que no se pueden discernir en estas imágenes. Las rayas de fondo que se ven aquí se deben al movi- miento aparente de las estrellas de fondo durante las observaciones mientras el telescopio rastreaba el par de asteroides. [ESO/Opitom et al.] También buscaron rastros del com- bustible de la nave espacial DART, pero no encontraron ninguno. «Sabí- amos que era una posibilidad remota − afirma − ya que la cantidad de gas restante en los tanques del sistema de propulsión no habría sido muy grande. Además, parte del mismo ya habría viajado demasiado lejos como para detectarlo con MUSE cuando co- menzamos a observar.» Otro equipo, dirigido por Stefano Bagnulo, astrónomo del Observato- rio y Planetario de Armagh (Reino Unido), estudió cómo el impacto de DART alteró la superficie del aste- roide. «Cuando observamos los obje- tos de nuestro Sistema Solar, vemos la luz solar que se dispersa por su super- ficie o por su atmósfera, que se pola- riza parcialmente» , explica Bagnulo. Esto significa que las ondas de luz os- cilan a lo largo de una dirección pre- ferente, en lugar de al azar. «Rastrear

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