Universo mayo-junio 2020

48 MAYO-JUNIO 2020 CRÓNICAS ESPACIALES campo ancho como una prioridad para los futuros avances en astrono- mía. Tanto la comunidad astronómica profesional como la comunidad de aficionados han planteado preocupa- ciones sobre cómo las megaconstela- ciones satelitales podrían afectar las vistas prístinas del cielo nocturno. El estudio muestra que alrededor de 1600 satélites de estas constelaciones estarán por encima del horizonte de un observatorio en la latitud media, la mayoría de los cuales se verán bajos en el cielo (dentro de 30 grados en el horizonte. Por encima de esto — la parte del cielo donde tienen lugar la mayoría de las observaciones astronó- micas — habrá alrededor de 250 saté- lites de constelaciones en un momen- to dado). Aunque todos ellos estarán iluminados por el Sol al atardecer y al amanecer, cada vez más entran en la sombra de la Tierra hacia la mitad de la noche. El estudio de ESO asume un brillo para todos estos satélites. Con esta suposición, unos 100 satélites po- drían ser lo suficientemente brillantes como para ser visibles a simple vista durante las horas del crepúsculo, unos 10 de los cuales estarían en una posi- E ste diagrama 2D ilustra cómo un observador en una latitud media vería sólo una fracción de la constelación de satélites que orbitan la Tierra. Para ser visi- bles, los satélites deben estar por encima del horizonte del observador y ser ilu- minados por el sol. La mayoría de los satélites estarían por debajo del horizonte y/o escondidos por la sombra de la Tierra que, para un observador dado, cubre cada vez más del cielo a medida que avanza la noche. [ESO/L. Calçada] E sta imagen muestra el cielo nocturno sobre el lugar en el que se está cons- truyendo el Very Large Telescope de ESO, que está previsto que comience a funcionar a finales de 2025. Al fondo puede verse una guía láser del cercano Very Large Telescope. [ESO/M. Zamani] de satélites visibles inmediatamente después del lanzamiento. Aunque son espectaculares y brillantes, son de corta duración y brevemente visi- bles después del atardecer o antes del amanecer, y, en un momento dado, sólo desde un área muy limi- tada de la Tierra. El estudio de la ESO utiliza simplifi- caciones y suposiciones para obtener estimaciones conservadoras de los efectos, que en realidad pueden ser más pequeños que los calculados en el documento. Será necesario reali- zar un modelado más sofisticado para cuantificar con mayor precisión los impactos reales. Si bien el enfo- que se centra en los telescopios de ESO, los resultados se aplican a teles- copios similares que no son de ESO que también operan en los rangos visible e infrarrojo, con casos cientí- ficos e instrumentación similares. Las constelaciones de satélites también tendrán un impacto en los observa- torios de ondas de radio, milimétri- cos y submilimétricos, incluyendo el Atacama Large Millimeter/submilli- meter Array (ALMA) y el Atacama Pathfinder Experiment (APEX). Este impacto se tendrá en cuenta en es- tudios posteriores. ción superior a los 30 grados de ele- vación. Todos estos números se des- ploman a medida que la noche se oscurece y los satélites caen en la sombra de la Tierra. En general, estas nuevas constelaciones de satélites du- plicarían el número de satélites visi- bles en el cielo nocturno a simple vista por encima de los 30 grados. Estos números no incluyen los trenes ! UNIVERSO

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