Universo mayo-junio 2020

MAYO-JUNIO 2020 lugares donde se forman los planetas y las primeras eta- pas de los procesos de forma- ción estelar. La mayoría de las estrellas del Universo están acompañadas de planetas. Estos planetas nacen en anillos de polvo y gas conocidos como discos protoplanetarios, e incluso las estrellas más jóvenes están ro- deadas por estos discos. Los astrónomos buscan entender cómo exactamente estos dis- cos empiezan a formarse y qué aspecto tienen. Sin em- bargo, las estrellas jóvenes emiten muy poca luz y están rodeadas de nubes de polvo y gas que funcionan como ver- daderas incubadoras estela- res. Por eso, solo los radiote- lescopios más sensibles son capaces de detectar los dimi- nutos discos que circundan a estas estrellas infantes en medio del denso material que compone estas nubes. En este nuevo estudio, los as- trónomos apuntaron el Ata- cama Large Millimeter/submi- llimeter Array (ALMA) y el Karl G. Jansky Very Large Array (VLA), de la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Uni- dos, a una región donde se forman muchas estrellas: las nubes molecu- lares de Orión. Se trata del estudio de estrellas y sus respectivos discos más ambicioso que se haya empren- dido a la fecha, y se lo bautizó como VLA/ALMA Nascent Disk and Multi- plicity (VANDAM). Las estrellas muy jóvenes, también llamadas protoestrellas, se forman en nubes de polvo y gas en el espa- cio. La primera etapa de los procesos de formación estelar es el colapso de estas densas nubes debido a la gra- vedad. Al colapsar, estas nubes em- piezan a girar hasta formar un disco plano alrededor de una protoestre- L a imagen muestra las nubes moleculares de Orión observadas durante el estudio VANDAM. Los puntos amarillos muestran la ubicación de las protoestrellas observadas en una imagen de fondo azul generada por el telescopio espacial Herschel. Los recuadros muestran nueve jóvenes protoestrellas vistas con ALMA (en azul) y el VLA (en naranja). [ALMA (ESO/NAOJ/NRAO), J. Tobin; NRAO/AUI/NSF, S. Dagnello; Herschel/ESA] lla. La estrella crece alimentándose del material del disco, cuyos restos, con el tiempo, pueden terminar for- mando planetas. Muchos de los aspectos de esta pri- mera etapa de formación estelar, como la formación del propio disco, todavía no están del todo claros. Este estudio aporta nuevas pistas gracias al trabajo del VLA y de ALMA, que pudieron observar a tra- vés de las densas nubes y estudiar cientos de protoestrellas y sus discos en distintas etapas de formación. «Este estudio reveló la masa y el ta- maño promedios de estos discos pro- toplanetarios sumamente jóvenes» , celebra John Tobin, del Observatorio Radioastronómico Nacional de Esta- dos Unidos (NRAO) en Charlottesvi- lle (Virginia), quien dirige el equipo de investigación. «Ahora podemos compararlos con los discos más des- arrollados, que también han sido muy estudiados con ALMA.» Tobin y su equipo descubrieron que los discos más jóvenes pueden ser de tamaño similar pero, en promedio, mucho más masivos que los discos más viejos. «A medida que crecen, las estrellas consumen cada vez más material del disco. Por eso, los discos más jóvenes contienen mucho más material bruto a partir del cual se pueden formar los planetas. Alrede- dor de estrellas muy jóvenes pueden UNIVERSO

RkJQdWJsaXNoZXIy MjYyMDU=