Universo mayo-junio 2020

22 MAYO-JUNIO 2020 CRÓNICAS ESPACIALES se vuelve lluvioso por la noche, ex- cepto por el hecho de que llueve hie- rro» , afirma David Ehrenreich, pro- fesor de la Universidad de Ginebra (Suiza), quien ha dirigido un estudio sobre este exoplaneta exótico publi- cado hoy en la revista Nature. Cono- cido como WASP-76b, se encuentra a unos 640 años luz de distancia, en la constelación de Piscis. Este extraño fenómeno tiene lugar porque el planeta donde ‘llueve hie- rro’ sólo muestra una cara, su lado de día, a su estrella madre; su lado nocturno, más fresco, permanece en oscuridad perpetua. Al igual que la Luna en su órbita alrededor de la Tierra, WASP-76b tiene un 'acopla- miento de marea': tarda lo mismo en girar alrededor de su eje que en dar la vuelta a la estrella. En su lado diurno recibe miles de veces más radiación de su estrella madre que la Tierra del Sol. Hace tanto calor que las moléculas se se- paran en átomos y metales como el hierro se evaporan a la atmósfera. La extrema diferencia de tempera- tura entre los lados del día y de la noche da lugar a fuertes vientos que llevan el vapor de hierro desde el ul- tracaliente lado diurno hacia el lado nocturno, más frío, donde las tem- peraturas disminuyen a unos 1500 grados centígrados. UNIVERSO Un telescopio de ESO observa un exoplaneta en el que llueve hierro por ESO / José Miguel Mas Hesse U tilizando el Very Large Teles- cope (VLT) de ESO, un equipo de investigadores ha obser- vado un planeta extremo donde sospechan que llueve hierro. El exo- planeta gigante ultracaliente tiene un lado diurno donde se superan los 2400 grados Celsius, una tempe- ratura lo suficientemente alta como para vaporizar metales. Los fuertes vientos llevan el vapor de hierro al lado nocturno, más frío, donde se condensa en forma de gotas de hie- rro. «Se podría decir que este planeta E sta ilustración muestra una vista nocturna del exoplaneta WASP-76b. El exopla- neta gigante ultracaliente tiene un lado diurno donde las temperaturas suben por encima de los 2400 grados Celsius, lo suficientemente altas como para vapori- zar metales. Los fuertes vientos llevan el vapor de hierro al lado nocturno, más frío, donde se condensa en gotas de hierro. A la izquierda de la imagen, vemos el borde nocturno del exoplaneta, donde pasa de día a noche. [ESO/M. Kornmesser]

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