Universo mayo-junio 2020

MAYO-JUNIO 2020 cencia puede desarrollarse en biosferas dis- tintas de la única que conocemos, y solo po- demos especular sobre la existencia de es- tructuras coralinas extraterrestres. Incluso su- poniendo su existencia, la eficiencia de fluo- rescencia de las proteínas y pigmentos de los corales terrestres depende del entorno en el que viven, un entorno que para los planetas de las enanas rojas considerado en el mode- lado es totalmente desconocido para nos- otros. Además, para que otros sistemas perciban la biofluores- cencia, se requiere una cobertura superficial muy alta por los co- rales extraterrestres, cerca del 100%. Para cumplir con esta condición, la distribución de los fondos oceánicos poco profundos debe ser igualmente alta, un escenario a verifi- car. En comparación, los corales fluores- centes en la Tierra cubren solo el 0,2% del fondo del océ- ano, alcanzando has- ta unos 60 metros de profundidad. Pero intentemos ser optimistas y aceptar que alrededor de una de las enanas rojas más cercanas hay un planeta con distribución global de corales fluores- centes, inmerso en un océano crista- lino, sobre el cual hay una atmósfera transparente. Sin embargo, por ra- zones geométricas re- lacionadas con la ór- bita planetaria, nunca tendremos la oportunidad de ver mucho más de medio hemisferio. De hecho, dado que es un planeta en tránsito, no podre- mos ver el exceso de luz debido a la bios- fera, ya sea durante el tránsito o media órbita más tarde, cuando el planeta esté oculto o demasiado cerca de la estrella para ser observado por separado. Por lo tanto, po- demos esperar capturar la luz de los corales solo cerca de las elongaciones máximas del planeta. Según los cálculos de Kaltenegger y O’Malley-James, la biofluorescencia una vez activada por la radiación UV, podría durar unas pocas horas, pero el pico máximo (la re- acción proporcional al pico de la llamarada) UNIVERSO U n ejemplo de fluorescencia de coral, en el que las proteínas ab- sorben la luz azul y UV cercana y la reemiten a longi- tudes de onda más largas. [Mon- terey Bay Aqua- rium, California]