Universo mayo-junio 2020

16 MAYO-JUNIO 2020 ASTROBIOLOGÍA los flujos UV provocados por las erupciones, el contraste planeta-estrella podría aumen- tar significativamente en el espectro visible en comparación con el estado no biofluores- cente. En la superficie emergida de la Tierra, la biofluorescencia de la vegetación produce un efecto que puede ser detectado desde la órbita, pero que es demasiado débil para ser reconocido desde otro sistema planetario. Más interesante es la biofluorescencia pro- ducida en los fondos oceánicos poco pro- fundos por corales y organismos en simbio- sis con ellos. La eficiencia de fluorescencia de estas estructuras biológicas acuáticas es mucho mayor que la de la vegetación super- ficial (algunas especies de coral re-emiten más del 70% de la radiación incidente), y las observaciones de alta resolución desde la órbita pueden distinguir la señal que emi- ten. Sin embargo, estas son fracciones de un punto porcentual de la señal total emitida por todas las firmas biológicas atmosféricas y superficiales. Esto no descarta que, en un planeta similar a la Tierra, orbitando la zo- na habitable de una enana roja particular- mente activa, las formas de vida fluores- centes pueden proliferar y extenderse hasta el punto de producir una señal observable desde otro sistema planetario. Kaltenegger y O’Malley-James investigaron esta posibilidad, modelando muchos escena- rios basados esencialmente en lo que sabe- mos sobre la fluorescencia en las estructuras de coral y sobre los planetas de algunas de las enanas rojas más cercanas: Proxima Cen- tauri, Ross 128, TRAPPIST-1, LHS 1140. Los dos investigadores utilizaron las propiedades de emisión y absorción de proteínas y pigmen- tos fluorescentes de corales comunes para crear espectros y modelos de color para pla- netas similares a la Tierra que orbitan en estos sistemas. Al hacer esto, tomaron en cuenta las diferentes características de la superficie, la absorción atmosfé- rica y la capa de nubes. El más optimista de los esce- narios modelados sugiere que, en el caso de una at- mósfera transparente, la biofluorescencia podría producir en el espectro visible un aumento temporal en el brillo de dos órdenes de magnitud que el brillo planetario du- rante el estado no fluorescente. Todo esto, sin embargo, siempre que toda la superficie esté cubierta por una biosfera caracte- rizada por proce- sos fluorescen- tes altamente efi- cientes. Por su- puesto, este es un escenario ideal que difícilmente puede reflejarse en la reali- dad, al menos a dis- tancias relativamente cortas de nuestro sistema planetario. Hay innumera- bles variables que pueden in- tervenir negativamente. No sa- bemos, por ejemplo, si la biofluores- UNIVERSO D iagrama de es- pectro que muestra los diferen- tes tipos de rayos UV y los colores visi- bles para nosotros. La vida fluorescente acuática reacciona a la anterior mediante la emisión de luz vi- sible casi al instante.

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