Universo mayo-junio 2019

29 MAYO-JUNIO 2019 ASTRONÁUTICA necer local en el sitio, ya que el Sol tenía que colocarse muy bajo en el horizonte para proyectar una som- bra suficiente para indicar la topo- grafía de la superficie. Dado que la rotación de la Luna está sincronizada con el período orbital alrededor de la Tierra, gira una vez al mes y el Sol cruza el cielo lunar a una velocidad de 12 grados en 24 horas, esto requería que los sitios de reserva estuvieran separados 12 grados en longitud, para que la ilu- minación fuera correcta para cada día de retraso en el lanzamiento. Por otro lado, el sitio principal no debería haber estado demasiado le- jos hacia el este, ya que esto no ha- bría permitido suficiente tiempo, después de cruzar el limbo, para ve- rificar la navegación antes de co- menzar el descenso motorizado. Segundo, el sitio de aterrizaje tenía que estar en una estrecha banda de 5 grados de latitud del ecuador lu- nar. Un sitio en una latitud más alta habría involucrado una trayectoria con un mayor consumo de prope- lente, y economizarlo fue una prio- ridad para el primer aterrizaje. Además, no solo todos los sitios de- bían ser planos a fin de minimizar la necesidad de maniobrar para evitar obstáculos en la fase final del des- censo, sino que el terreno que se aproximaba también debía ser pla- no para no complicar la tarea del ra- dar de aterrizaje. Estas restricciones de seguridad limitaron el primer de- sembarco a uno de los mares orien- tales en el ecuador, estableciendo el sitio de aterrizaje principal en Mare Tranquillitatis o Mare Fecunditatis, el segundo en el meridiano y los de reserva en el hemisferio occidental. Pero, Mare Fecunditatis estaba de- masiado lejos al este para propor- cionar un margen cómodo para la actualización final de navegación. Por lo tanto, Apolo 11 se asignó a Mare Tranquillitatis, donde se ubi- caron dos sitios útiles. “saltar” un poco más abajo en la pendiente, y recoger una segunda muestra de regolito. Los resultados indicaron calcio, silicio, oxígeno, alu- minio y magnesio. Esto implicaba la existencia de basalto, pero las altas proporciones de hierro y titanio su- gerían que era ligeramente diferen- te de su contraparte terrestre. El Surveyor 6 fue enviado a Sinus Medii (entre Mare Insularum y Ma- re Vaporum) para reemplazar a los predecesores perdidos y aterrizó sin inconvenientes el 10 de noviembre de 1967. Los resultados del análisis químico indicaron un basalto rico en hierro. Como hemos visto, el objetivo del programa Lunar Orbiter era identi- ficar posibles sitios de aterrizaje para Apolo. Como no había sufi- ciente película para buscar otros si- tios, los técnicos se centraron en los que parecían adecuados según los estudios telescópicos. Los posibles sitios para el primer aterrizaje lunar fueron estudiados por el Apolo Site Selection Board durante más de dos años. Los treinta sitios candidatos originales ubicados en el hemisferio cercano, a menos de 45 grados del meridiano y 5 grados del ecuador, se redujeron a tres por factores operacionales. Primero, el equipo de investigación de dinámica de vuelo insistió en que el sitio debería estar ubicado al este del meridiano lunar, para permitir más espacio al oeste para uno o dos sitios de respaldo lo suficientemente iluminados, en caso de que el lanza- miento fuera pospuesto durante va- rios días. La ventana de lanzamien- to de un sitio en particular solo se abría una vez al mes y se pensó que era mejor visitar un sitio secundario unos días más tarde que esperar un mes para que reapareciera el sitio óptimo. Esto requería que el obje- tivo principal estuviera en el hemis- ferio oriental. El tiempo de aterriza- je debía ser justo después del ama- UNIVERSO

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