Universo mayo-junio 2018

43 MAYO-JUNIO 2018 ASTROBIOLOGÍA diados del siglo XVIII, los humanos liberamos más de 0,5 billones de toneladas de carbono fósil mediante la quema de carbón, petróleo y gas natural (Le Quéré et al., 2016), a una tasa de órdenes de magnitud más rápida que las fuentes naturales a largo plazo. Además, se ha producido una deforestación generalizada y la adición de dióxido de carbono al aire a través de la quema de biomasa. Todo este car- bono es de origen biológico y, por lo tanto agota más el 13 C en comparación al mayor volumen de carbono inorgánico (Revelle & Suess, 1957). Y así, la relación de 13 C a 12 C en la atmósfera, los océanos y los suelos está dis- minuyendo con un cambio actual de alrede- dor de -1‰ δ 13 C desde la era preindustrial (Böhm et al., 2002; Eide et al., 2017) en el océ- ano superficial y la atmósfera» . Si todo esto ya hubiera sucedido en un pasa- do muy lejano, las capas sedimentarias de esa época deberían conservar sus rastros. Pero los sedimentos mismos podrían estar tan altera- dos con respecto a los anteriores y posteriores que ellos mismos serían evidencia. La deforestación y el calentamiento global también son la causa de la erosión significa- tiva del suelo, ya sea directamente, por la tala de árboles, o indirectamente, por el au- mento de las precipitaciones debido al efec- to invernadero. El suelo erosionado general- mente termina depositándose en las regiones costeras, y un estrato más alto por unidad de tiempo, con diferentes propiedades, podría indicar una alteración antinatural del clima. Así es como Schmidt y Frank explican más so- bre este punto: «Además de los cambios en el flujo de sedimentos de la tierra al océano, la composición del sedimento también cam- biará. Debido a la mayor disolución de CO 2 en el océano en función de las emisiones de CO 2 antropogénicas, el océano superior se está aci- dificando (un 26%de aumento en H + o 0,1 de disminución de pH desde el siglo XIX) (Orr et al., 2005). [...] Como se discutió anteriormen- te, la carga de nitrógeno en los ríos está au- mentando como una función de las prácticas agrícolas. Esto a su vez está llevando a una mayor actividad microbiana en el océano cos- E sta concreción esférica, des- enterrada en Bos- nia hace unos años, podría su- gerir el descubri- miento de un artefacto creado por una civiliza- ción desconocida. En cambio, es una formación geoló- gica natural, ni si- quiera muy rara. [Dado Ruvic/Reu- ters/Newscom] UNIVERSO

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