Universo marzo-abril 2023

MARZO-ABRIL 2023 V iajando por ocho lugares diferentes, desde la zona urbana de San José en California hasta un desolado tramo del Valle de la Muerte, “Lost in Light” explora el fenómeno omnipresente pero a menudo pasado por alto de la conta- minación lumínica. A medida que la luz artificial ilumina el cielo nocturno, perde- mos de vista cada vez más estrellas, planetas y nebulosas, así como la sensación de que formamos parte de una gran galaxia y de un universo aún mayor. Mos- trando ocho “niveles” diferentes de contaminación lumínica en California y Ore- gón, Sriram Murali utiliza el timelapse con un efecto dramático, preguntándose qué más perdemos cuando ya no podemos ver las estrellas. [Sriram Murali] C iudad del Cabo, en Sudáfrica, fue una vez el centro de la astrono- mía en el hemisferio sur, mientras que ahora las estrellas apenas son visibles. Este era el distrito central de negocios de la ciudad en 2019. [Reuters/Mike Hutchings] Atmospheric Administration y toda- vía operativo. Uno de los instrumen- tos a bordo del Suomi, el Visible Infrared Imaging Radiometer Suite (VIIRS) Day/Night Band, proporciona datos que pueden utilizarse en la vi- gilancia de la iluminación artificial, con una resolución de hasta unos cientos de metros. Sin embargo, los datos VIIRS por sí solos no proporcio- nan una imagen real de la extensión del skyglow, y esto esencialmente por dos razones. La primera es atri- buible al hecho de que el instrumen- to registra preferentemente la luz radiada verticalmente, como la emi- tida por las lámparas esféricas de ex- terior, por las luces de recuerdo de las discotecas y por todas las demás fuentes luminosas no apantalladas hacia arriba. La segunda razón es que los sensores VIIRS son ciegos a las longitudes de onda inferiores a 500 nanómetros, las mismas que alber- gan el pico de emisión de las luces LED (400-500 nanómetros) y que, además, son las que se difunden con mayor eficacia en la baja atmósfera y, de nuevo, a las que la vista humana es más sensible en condiciones de os- curidad. Paradójicamente, si evaluá- ramos las variaciones del skyglow ba- sándonos únicamente en los datos de los satélites, descubriríamos que en las últimas décadas la situación no ha empeorado en absoluto, al con- UNIVERSO

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