Universo marzo-abril 2022

29 MARZO-ABRIL 2022 ASTRO PUBLISHING de las erupciones de Próxima Cen- tauri y aislar las señales potencial- mente atribuibles a tránsitos plane- tarios. No en vano, en 2016 James Davenport (Departamento de Astro- nomía de la Universidad de Washing- ton) y sus colegas habían sugerido que la curva de luz de la estrella po- dría incluso estar dominada por la su- perposición de numerosas llamara- das de energía variable, un escenario que haría casi imposible extraer del ruido la señal muy débil de un trán- sito, aunque sea periódico y fre- cuente. Para mitigar ese ruido, el equipo de Gilbert ha integrado en los algoritmos de búsqueda de pla- netas un nuevo método que incluye la modelización de la actividad este- lar y permite predecir el comporta- miento fotométrico de las llamara- das. Al restar la curva de luz teórica de las llamaradas modeladas de la de la estrella, es posible limpiar la foto- metría estelar de parte del ruido pro- ducido por la actividad fotosférica. Sin embargo, este procedimiento es más fácil de describir que de aplicar, especialmente si la fotometría in- cluye la coevolución de varias llama- E l Transiting Exoplanet Sur- vey Satellite (TESS) de la NASA, durante su pues- ta a punto final en el labora- torio (izquierda) y fotogra- fiado mientras recorre su amplia órbita alrededor de la Tierra (abajo). [Orbital ATK] radas de diferente energía. Para re- ducir el margen de incertidumbre, el equipo también “inyectó” tránsitos artificiales en las curvas de luz de Próxima Centauri, para poner a prueba la sensibilidad del método respecto a posibles tránsitos reales y determinar en qué circunstancias se pueden detectar. Una vez más, el re- sultado fue que si hay tránsitos no son de planetas con un diámetro su- perior a 0,4 diámetros terrestres. Además, este último estudio ha es- tablecido que la existencia en la zona habitable de la estrella (donde los periodos orbitales son de 6 a 27 días) de planetas en tránsito ma- yores que Marte es extrema- damente improbable. Si, como parecen demostrar todas las investigaciones rea- lizadas en los últimos años, Próxima b no pasa por de- lante del disco de Próxima Centauri, habrá que tomar otros caminos para saber algo más sobre este esquivo planeta. Por des- gracia, ni siquiera con el nuevo teles- copio espacial Webb será posible observarlo directamente, pero aún así podremos entender si Próxima b tiene atmósfera y, por tanto, qué tipo de planeta es. Los requisitos para ob- tener esta información son la notable sensibilidad de Webb a la luz infra- rroja y el hecho de que los planetas que orbitan en las zonas habitables de las enanas rojas están, probable- UNIVERSO

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