Universo marzo-abril 2022

R epresentación de una violenta erupción de la enana roja Próxima Centauri. [NRAO/S. Dagnello] E l Bright Stars Survey Telescope (BSST) desde la estación de Zhongshan, en la Antártida. [Chinese Center of Antarc-tic Astronomy] rigido por Dax Feliz (Universidad de Vanderbilt, Nashville, TN). Estos in- vestigadores centraron su análisis en períodos orbitales en el rango de 1 a 30 días, y para evaluar mejor el um- bral de sensibilidad de sus métodos de investigación, introdujeron en la base de datos algunas series de seña- les “sintéticas” con diferentes pro- piedades, fácilmente reconocibles si se detectan en el ruido fotométrico. De este modo, el equipo pudo esta- blecer que los procedimientos mate- máticos a los que se sometió la base de datos real tenían una sensibilidad útil para detectar tránsitos con una profundidad de cinco milésimas de magnitud, un valor apenas suficiente para mostrar Próxima b. Sin em- bargo, a partir de este valor mínimo, no se destacó ningún evento perió- dico similar a un tránsito. Todavía en 2019, se publicó un tra- bajo de James Jenkins (Departamen- to de Astronomía de la Universidad de Chile) y sus colegas, basado en datos del telescopio espacial infra- rrojo Spitzer. 48 horas de observacio- nes en la longitud de onda de 4,5 micras no revelaron ningún tránsito en la fecha prevista, a pesar de que las repetidas erupciones estelares de Próxima Centauri parecen menos predominantes en el infrarrojo. La sensibilidad de Spitzer habría mos- trado sin duda el tránsito de un pla- neta con un diámetro mínimo no inferior al 40% del de la Tierra. Te- niendo en cuenta la masa mínima es- timada para Próxima b, es práctica- mente imposible que pueda ser tan pequeño: ¡incluso un diámetro de algo menos de 0,9 diámetros terres- señal detectada no era especial- mente alto. Una vez más, el ruido fo- tométrico producido por la actividad magnética de Próxima Centauri fue perjudicial. Otra investigación publicada en 2018 fue la del equipo de David Blank (Universidad James Cook, North Queensland, Australia), que reela- boró más de 300 observaciones de Próxima Centauri, recogidas por dife- rentes telescopios de todo el mundo, en el periodo 2006-2017. A pesar de la cantidad y variedad de datos, el equipo no logró identificar ningún candidato a tránsito, mientras que confirmó fácilmente la considerable e impredecible variabilidad fotomé- trica de la estrella. Una selección de las curvas de luz de mayor calidad ya reelaboradas por Blank y sus colegas se convirtió, en 2019, en la base de datos sobre la que trabajó un equipo diferente, di-

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