Universo marzo-abril 2020

33 MARZO-ABRIL 2020 NUESTRAS EXPERIENCIAS UNIVERSO E l astrofísico Francisco Sán- chez Martínez, durante la confe- rencia inaugural del XX C.E.A. El es el fundador y entonces direc- tor del Instituto Astrofísico de Canarias. Fue el impulsor del Gran Telescopio Cana- rias, que es el mayor del mundo todavía. E l cometa Holmes, en noviembre de 2007 después del estallido que hizo subir su luminosidad varias magnitudes. ! casa. Finalmente, la terrible conta- minación lumínica que padecemos, hace que muchos posibles aficiona- dos no vean las estrellas normal- mente. Eso dificulta la llegada de nuevos jóvenes que se desarrollen junto a los mayores. Las agrupaciones y publicaciones van languideciendo siendo sustitui- das poco a poco por correos electró- nicos, whatsapp y otras formas de comunicación, relegando a un se- gundo o tercer término la conviven- cia en las sedes. Al menos eso es lo que hemos su- frido en la AAS. Los socios “especia- listas” se han ido alejando poco a poco del resto de compañeros, y el resultado es una asociación débil, que incumple uno de los fines para los que fue creada, como es la divul- gación de la astronomía. A pesar de todo, la afición a mirar las estrellas, puede sufrir altibajos, pero siempre estará ahí, y por lo tanto, vendrán otros tiempos, que no serán como los nuestros, pero que para los nuevos aficionados serán los mejores. era inexistente no hace muchos años ahora se ha convertido en abundante. No es malo que ocurra eso, pero independientemente del agrado o disgusto que nos pro- duzca, ha modificado totalmente las condiciones del “mercado” del astrónomo aficionado. Y así, nos en- contramos con que cada vez hace menos falta esperar a determinados días o momentos para reunirnos y compartir conocimientos, ya que te- nemos todo lo que necesitamos en alguna asociación si que- ría realmente progresar en el conocimiento astro- nómico, aprender a usar un telescopio, o incluso fabricar él mismo el mate- rial de observación. Hoy en día, existen multitud de “tutoriales” en inter- net, que simplifican el aprendizaje y la realiza- ción práctica de diverso material astronómico. Además, la llegada de la electrónica digital a este campo ha supuesto una revolución completa, y así, se pueden alcanzar objetivos que hace poco estaban reservados únicamente a los profesionales y las grandes corporaciones e institucio- nes, con instrumental de aficionado. Estas nuevas posibilidades, han seg- mentado a los astrónomos ama- teurs, que se han convertido en clases distintas, algunas muy espe- cializadas. Por culpa de, o gracias a, todo lo an- terior, se ha inundado el mercado con infinitas posibilidades. Algo que