Universo marzo-abril 2018

43 EXOPLANETAS mósferas de la mayoría de los exoplanetas des- cubiertos hasta ahora; de hecho, se examina- ron principalmente al- rededor de estrellas similares al Sol porque se consideran (por va- rias buenas razones) las más probables de alber- gar planetas como el nuestro. Sin embargo, recientemente se ha descubierto un cre- ciente número de pla- netas rocosos alrededor de las enanas rojas cercanas: nuestros lectores seguramente recordarán, por ejemplo, el fa- moso caso de Proxima Centauri b (2016; 5). Para facilitar su descubrimiento, no solo existe la relación S/R favorable, sino también la fre- cuencia con la que los planetas transitan. De hecho, cuanto más pequeña es la estrella, más pequeñas son las órbitas estables, y por lo tanto, mayores son las posibilidades de obser- var tránsitos, incluidos los de los planetas que orbitan en la zona ha- bitable de esas estre- llas enanas. Se estima que, en comparación con una estrella de tipo solar, los tránsitos planetarios en una enana roja son de 4 a 10 veces más frecuen- tes. Además, a igual distancia de la estrella, un planeta de masa ‘x’ produce mayores va- riaciones en la veloci- dad radial de una enana roja que en una estrella similar al Sol, y la posibilidad de calcu- lar ‘x’ depende de la magnitud de esas va- riaciones. Cuando se conoce la masa de un planeta, se puede tener una idea aproxi- mada del tipo de at- mósfera que lo rodea. Con los telescopios terrestres más potentes, especialmente aquellos que entrarán en fun- cionamiento en el futuro inminente, será po- sible caracterizar con precisión esa atmósfe- ra. De lo anterior queda claro que si quere- mos, en unos pocos años, echar un primer vis- tazo a una atmósfera exótica potencialmen- te propicia para la vida tal como la conoce- mos, necesariamente debemos centrarnos en las enanas rojas más cercanas, descubriendo nuevos planetas rocosos del tamaño de la Tierra y la elaboración de una lista de posi- bles candidatos para seguir el análisis de sus atmósferas. Esta es exactamente la tarea encomendada a ExTrA. Aunque ExTrA cierta- mente no es el primer instrumento utilizado en este tipo de investigación, es el primero con soluciones ópticas y electrónicas que le permiten contrarrestar las principales limita- ciones que afectan a los telescopios que ope- ran en la superficie terrestre. Como se ha mencionado, las variaciones fo- tométricas producidas por un tránsito plane- tario en la curva de luz de una enana roja son, en los casos más favorables, cuantifica- bles en fracciones de una centésima de una magnitud. Por lo tanto, uno puede imaginar fácilmente lo perjudicial que son los movi- mientos de las masas de aire de nuestra at- mósfera para las mediciones. Pero no solo se trata de ver, porque cuando la señal que se desea resaltar es muy pequeña, cualquier im- precisión en los instrumentos puede producir un “ruido” mayor que la señal buscada. No es coincidencia que ningún instrumento te- rrestre haya podido descubrir exoplanetas T res secuencias cortas de video de tipo time-lapse del instrumento ExTrA bajo el cielo de La Silla. [ESO/ Petr Horálek] UNIVERSO

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