Universo enero-febrero 2025
7 ASTRO PUBLISHING C ontempla detenidamente estas ga- laxias. Parece como si la sangre cir- culara por la parte superior de una calavera. La larga y escalofriante “mi- rada” de sus resplandecientes núcleos, semejantes a ojos, se proyecta en la su- prema oscuridad cósmica. Por fortuna, las apariencias engañan. Estas galaxias apenas se han rozado una a la otra hasta ahora. Hace millones de años, la espiral más pequeña a la izquierda, catalogada como IC 2163, comenzó a “deslizarse” lentamente detrás de NGC 2207, la gala- xia espiral de la derecha. Los macabros colores de este par [ver página 8], repre- sentan una combinación de luz infrarro- ja media del Telescopio Espacial James Webb con luz visible y ultravioleta cap- tada por el Telescopio Espacial Hubble. Busca posibles indicios de su “leve roce” en los frentes de choque, donde el mate- rial de las galaxias pudo haber colisio- nado. Estas líneas, representadas en rojo brillante, incluidas las “pestañas”, po- drían ser responsables de la apariencia de los abultados brazos similares a venas de las galaxias. El primer encuentro entre ellas también pudo distorsionar sus deli- cados brazos curvados, formando exten- siones de marea en varios puntos. Los diminutos y difusos brazos espirales entre el núcleo de IC 2163 y su brazo izquierdo más alejado podrían ser un ejemplo de esta actividad. Incluso más filamentos pa- recen colgar entre los núcleos de las ga- laxias. Otra extensión “flota” desde la parte superior de la galaxia más grande, formando un brazo delgado y semitrans- parente que prácticamente se pierde fuera de cuadro. Ambas galaxias tie- nen altas tasas de formación estelar, como innumerables corazones indivi- duales latiendo a lo largo de sus brazos. Cada año, producen el equivalente a dos docenas de nuevas estrellas del tamaño del Sol. En comparación, nuestra galaxia, la Vía Láctea, solo forma dos o tres estre- llas similares al Sol al año. Estas galaxias también han albergado siete supernovas en las últimas décadas, un número ele- vado en comparación con el promedio de una cada 50 años en la Vía Láctea. UNIVERSO L a imagen en infrarrojo medio del Telescopio Espacial James Webb de las galaxias IC 2163 y NGC 2207 evoca la frialdad de viejos huesos mezclados con vapores fantasmales. Dos grandes y lumino- sos “ojos” yacen en los núcleos de las galaxias, mientras que brazos espirales etéreos se extienden hacia las vastas distancias del espacio. [NASA, ESA, CSA, STScI]
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