Universo enero-febrero 2024

17 ENERO-FEBRERO 2024 ASTRO PUBLISHING una joven estrella de tipo T-Tauri igual que nuestro Sol hace 4500 mi- llones de años, en los albores del sis- tema solar» , explica la astrónoma Catherine Espaillat, de la Universidad de Boston, en Massachusetts, quien lideró tanto las observaciones de Spitzer en 2008 como los resultados recientemente publicados por Webb. «Los materiales primarios para la Tie- rra y, eventualmente, para la vida, estaban presentes en el disco de ma- terial que rodeaba al Sol después de su formación, y estudiar estos siste- mas jóvenes es lo más cercano que podemos llegar a retroceder en el tiempo para ver cómo comenzó nuestra propia historia.» Los científicos utilizan el neón como indicador de qué cantidad y qué ti- po de radiación golpea y erosiona el disco alrededor de una estrella. Cuando Spitzer observó SZ Cha en 2008, vio un valor atípico, con lectu- ras de neón diferentes a cualquier otro disco joven de T-Tauri. La dife- rencia fue la detección de neón III, que suele ser escaso en discos proto- planetarios que están siendo golpe- ados por rayos X de alta energía. Esto significaba que la radiación de alta energía en el disco de SZ Cha provenía de luz ultravioleta (UV) en lugar de rayos X. Además de ser el único resultado atípico en una mues- tra de 50-60 discos estelares jóvenes, la diferencia UV vs. rayos X es signi- ficativa para la vida útil del disco y sus posibles planetas. «Los planetas están básicamente en una carrera contra el tiempo para formarse en el disco antes de que se evapore» , ex- plicó Thanawuth Thanathibodee de la Universidad de Boston, otro astró- nomo en el equipo de investigación. «En modelos de computadora de sis- temas en desarrollo, la radiación ul- travioleta extrema permite un millón de años más de formación planeta- ria que si la evaporación es predo- minantemente causada por rayos X.» Así que, SZ Cha ya era bastan- te enigma cuando el equipo de Es- paillat regresó para estudiarlo con Webb, solo para encontrar una nue- va sorpresa: la firma inusual de neón III casi había desaparecido, indicando el predominio típico de la radiación de rayos X. El equipo de investigación piensa que las diferencias en las firmas de neón en el sistema SZ Cha son el re- sultado de un viento variable que, cuando está presente, absorbe la luz UV y deja que los rayos X golpeen el disco. Los vientos son comunes en un sistema con una estrella recién for- mada y enérgica, dice el equipo, pe- ro es posible captar el sistema du- rante un período tranquilo y sin viento, que es lo que logró Spitzer. «Ambos datos de Spitzer y Webb son excelentes, así que sabíamos que esto tenía que ser algo nuevo que es- tábamos observando en el sistema SZ Cha: un cambio significativo en las condiciones en solo 15 años» , agregó el coautor Ardjan Sturm de la Uni- versidad de Leiden, (Leiden, Países Bajos). El equipo de Espaillat ya está planeando más observaciones de SZ Cha con Webb, así como con otros telescopios, para llegar al fondo de sus misterios. «Será importante estu- diar a SZ Cha y a otros sistemas jóve- nes en múltiples longitudes de onda de luz, como rayos X y luz visible, para descubrir la verdadera natura- leza de esta variabilidad que hemos encontrado» , dijo la coautora Caeley Pittman de la Universidad de Boston. «Es posible que periodos breves y tranquilos dominados por radiación ultravioleta extrema sean comunes en muchos sistemas planetarios jóve- nes, pero simplemente no hemos po- dido atraparlos.» «Una vez más, el universo nos está mostrando que ninguno de sus métodos es tan sim- ple como nos gustaría que fueran. Necesitamos replantear, volver a ob- servar y recopilar más información. Estaremos siguiendo las señales de neón» , dijo Espaillat. UNIVERSO E n este concepto artístico, la joven estrella SZ Chamaeleontis (SZ Cha) está ro- deada por un disco de polvo y gas con el potencial de formar un sistema pla- netario. En algún momento, nuestro sistema solar se parecía a esto, antes de que se formaran planetas, lunas y asteroides. Los ingredientes crudos, incluidos los de la vida en la Tierra, estaban presentes en el disco protoplanetario del Sol. [NASA, ESA, CSA, Ralf Crawford (STScI)] !

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