Universo enero-febrero 2023

11 ENERO-FEBRERO 2023 ASTRO PUBLISHING E ste mapa anotado muestra los lugares en los que Perseverance recogió su pri- mer tubo testigo y llenó sus primeras seis muestras. En la parte superior de cada imagen, aparece el nombre que los equi- pos científicos y de operaciones del Perse- verance utilizaron para definir el objeto rocoso en la superficie marciana. También se indica el día marciano, o sol de la mi- sión del rover, y si la imagen muestra un objeto erosionado solo en superficie o si se tomó también una muestra del núcleo. Antes de recoger la muestra Perseverance utiliza su taladro para desgastar los milí- metros superiores de la superficie cerca- nos a la zona de extracción del núcleo. Las imágenes anotadas con la palabra “abra- de” fueron capturadas por el visor WAT- SON del rover. Las que llevan la palabra “core” fueron tomadas por la CacheCam del rover, que inspecciona visualmente un tubo de muestra después de la extracción de núcleos. [NASA/JPL-Caltech/ASU/MSSS] y como la conocemos. Con nuestro nivel actual de conocimiento, sim- plemente no sabemos si las molécu- las orgánicas que hemos detectado podrían haber sido la causa even- tual, los productos de los procesos de la vida en Marte, o no haber te- nido ninguna relevancia para la vida en absoluto. Ésta es, sin duda, una de las razones principales por las que los astrobió- logos están deseando que se lleven a cabo misiones de retorno de muestras de Marte, que nos permi- tan someter cada molécula de una muestra determinada a todo el aba- nico de herramientas espectroscópi- cas que ofrece la ciencia para deter- minar exactamente qué, cuánto y cómo de complejo podría ser cada especie química única. Si todo va bien, la misión de retorno de mues- tras a Marte de la NASA espera ha- cer realidad esta ansiada necesidad ya en 2033. El descubrimiento irrefutable de vida en cualquier otro lugar del sis- tema solar, ya sea existente o ex- tinta, sería el descubrimiento más importante de la historia de la hu- manidad, sólo rivalizado por el des- cubrimiento de que algún orga- nismo o alguna especie mucho más inteligente estuviera intentando contactar con la humanidad. Ade- más, este gran descubrimiento en nuestro propio patio trasero estelar no tiene por qué ser una vida com- pleja e inteligente; una “vida simple y estúpida” sería igual de revolucio- naria. Con este primer descubrimien- to, pasaríamos de ser el único plane- ta que conocemos en el que surgió la vida, a ser el segundo planeta de nuestro propio sistema solar que también cumple los requisitos, cam- biando drásticamente la percepción que tenemos sobre la singularidad de la vida en el universo. Si se descubriera que esta vida des- cubierta comparte los mismos me- dios de almacenamiento de infor- mación genética (ADN) y de recupe- ración (proteínas), tendríamos en- tonces que mantener el debate pos- terior sobre si “estas parecen ser las moléculas que, en las condiciones de formación de nuestro sistema solar, se convirtieron en los medios para la vida” o “tal similitud casi obliga a que todo haya empezado en un pla- neta y haya encontrado su camino hacia el otro”. Dicho esto, las moléculas orgánicas están prácticamente en todas partes y existen en abundancia en lugares, como Titán, que sospechamos son incapaces de sustentar, y mucho me- nos de mantener, la vida tal y como la conocemos. Los saltos de las mo- léculas orgánicas simples a las ma- cromoléculas complejas, a las macro- moléculas encapsuladas en estructu- ras simples similares a las de las cé- lulas y a lo que pudieron ser los pri- meros organismos unicelulares son más amplios que los 3000 km de ancho del Valles Marineris, el mayor cañón del sistema solar, también en Marte. Para orientar nuestra bús- queda de pruebas sólidas a favor o en contra de la vida, o incluso de la complejidad química que sugiere un proceso biológico, en Marte, no te- nemos más que fuertes identificado- res químicos de moléculas orgánicas sencillas en las limitadas muestras re- cogidas y nuestra propia compren- sión de cómo y dónde ha existido la vida aquí en la Tierra. UNIVERSO !

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