Universo enero-febrero 2022
31 ENERO-FEBRERO 2022 ASTRO PUBLISHING UNIVERSO rrió hace unos 92 millones de años, mientras que el segundo, conocido como Paleocene-Eoce- ne Thermal Maximum (PETM), se manifestó hace unos 55 mi- llones de años. Los registros ge- ológicos de esos periodos nos dicen que durante el MTC, los niveles de dióxido de carbono atmosférico aumentaron sin duda por encima de 1000 ppm y posiblemente incluso por en- cima de 2000 ppm. A esos nive- les, las temperaturas medias de la superficie debieron ser desde al menos 5 a quizás más de 8 grados centígrados más altas que en la era preindustrial (en 1750 la temperatura media era cercana a los 14°C o 57°F; hoy es de unos 15,5°C o 60°F). Incluso durante el MTC, el nivel del mar era entre 50 y 100 metros más alto que el actual. En ese período cálido, también ha- bía mucho más oxígeno en la atmós- fera (alrededor del 30% frente al 21% actual), el hielo estaba comple- tamente derretido incluso en los po- los, los dinosaurios dominaban el L a cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera (línea azul) ha aumentado junto con las emisiones humanas (línea gris) desde el inicio de la Revolución Industrial en 1750. Las emisiones aumentaron lentamente hasta llegar a unos 5000 millones de toneladas anuales a mediados del siglo XX, antes de dispararse a más de 35000 millones de tonela- das anuales a finales de siglo. Gráfico de NOAA Climate.gov, adaptado del original del Dr. Howard Diamond (NOAA ARL). Datos de CO 2 atmosférico de la NOAA y ETHZ. Datos de las emisiones de CO 2 de Our World in Data y del Global Carbon Project. R epresentación de la biota viva durante el Paleocene-Eocene Thermal Maximum, ocurrido hace unos 55 millones de años. Las pruebas geológicas y paleontoló- gicas nos dicen que la vida en la Tierra proliferó maravillosamente en esa época, aunque las temperaturas medias de la superficie eran más de 5°C superiores a las actuales. [National Geographic, Aldo Chiappe] Nuestros antepasados del Paleolítico Superior (de hace 35000 a 12000 años) seguramente no se habrían que- jado de unos pocos grados más de temperatura, mientras que para el “Homo Technologicus” una media de 0,5ºC más por siglo es ya un drama. Cabe señalar que las temperaturas del mPWP no fueron más que un dulce calor, si se comparan con las de períodos anteriores, mucho más cálidos, durante los cuales la vida proliferó de todas formas y en to- das partes. En los últimos 100 millo- nes de años, por ejemplo, hubo al menos dos largos picos de calor, el primero de los cuales, llamado Creta- ceous Thermal Maximum (CTM), ocu-
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