Universo enero-febrero 2021

43 ASTRO PUBLISHING Leen Decin (KU Leuven). Su equipo observó vientos estelares al- rededor de estrellas gigantes rojas frías con el Observatorio ALMA en Chile, el radiotelescopio más grande del mundo. Por primera vez, reunieron una colección extensa y detallada de ob- servaciones. Cada uno de ellos realizó utilizando el mismo mé- todo, crucial para comparar los datos y excluir sesgos directamen- te. Lo que vieron los astrónomos los sorprendió. «Notamos que estos vientos son cualquier cosa menos simétricos o redondos» , dice el profesor Decin. «Algunos de ellos son bastante similares en forma a las nebulosas planetarias.» Los investigadores incluso pudieron identificar diferentes categorías de formas. «Algunos vientos estelares tenían forma de disco, otros contenían espirales e identificamos conos en un tercer grupo.» Esta es una clara in- dicación de que las formas no se crearon al azar. El equipo se dio cuenta de que otras estrellas de baja masa o incluso planetas pe- sados en las cercanías de la estrella moribunda estaban causando los diferentes patrones. Estos compañeros son dema- siado pequeños y tenues para detectarlos directa- mente. «Al igual que una cuchara que mezcla en una taza café con un poco de leche puede crear un patrón en espiral, el compañero succiona material hacia él mientras gira alrededor de la estrella y da forma al viento estelar» , explica Decin. El equipo puso a prueba esta teoría en modelos y, en efecto, los compañeros que rodeanlas estrellas pueden explicar la forma de los vientos estelares. Un parámetro importante es la velo- cidad a la que la estrella fría evolucionada está per- diendo su masa debido al viento estelar. Hasta ahora, los cálculos sobre la evolución de las es- trellas se basaban en la suposición de que las estrellas envejecidas similares al Sol tienen vientos estelares es- féricos. «Nuestros hallazgos cambianmucho. Dado que la complejidad de los vientos estelares no se tuvo en cuenta en el pasado, cualquier estimación previa de la tasa de pérdida demasa de las estrellas antiguas podría estar equivocada hasta en un factor de 10.» El equipo ahora está haciendo más investigaciones para ver cómo esto podría afectar los cálculos de otras caracte- rísticas cruciales de la evolución estelar y galáctica. El estudio también ayuda a imaginar cómo se verá el Sol cuando muera en 7000 millones de años. «Júpiter o incluso Saturno, debido a que tienen una masa tan grande, van a influir en si el Sol pasa sus últimos mile- nios en el corazón de una espiral, una mariposa o cual- quiera de las otras formas fascinantes que vemos en las nebulosas planetarias hoy» señala Decin. «Nuestros cálculos ahora indican que se formará una espiral débil en el viento estelar del futuro Sol moribundo.» «Estábamos muy emocionados cuando exploramos las primeras imágenes» , dice el coautor Miguel Montar- gès (KU Leuven). «Cada estrella, que antes era solo un número, se convirtió en un individuo por sí misma. Ahora, para nosotros, tienen su propia identidad. Esta es la magia de tener observaciones de alta precisión: las estrellas ya no son solo puntos.» El estudio es parte del proyecto ATOMIUM, que tiene como objetivo aprender más sobre la física y la química de las estrellas antiguas. «Las estrellas frías y envejecidas se conside- ran aburridas, viejas y simples, pero ahora demostra- mos que no lo son: cuentan la historia de lo que viene después. Nos tomó un tiempo darnos cuenta de que los vientos estelares pueden tener la forma de pétalos de rosa (ver, por ejemplo, el viento estelar de R Aqui- lae). Pero, como dijo Antoine de Saint-Exupéry en su libro Le Petit Prince: ‘C’est le temps que tu as perdu pour ta rose, qui fait ta rose si importante’, es decir que ‘es el tiempo que dedicaste a tu rosa lo que hace que tu rosa sea tan importante'» , concluye Decin. UNIVERSO !

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