Universo enero-febrero 2021

30 ENERO-FEBRERO 2021 ASTRO PUBLISHING UNIVERSO teroides puede haber creado poten- ciales crisoles para la química prebió- tica, así como hábitats para la evolu- ción de la vida primitiva. Quizás no por casualidad, el final del Gran Bombardeo Tardío coincide con lo que actualmente es la evidencia más antigua de vida en la Tierra. Una serie de investigaciones poste- riores, llevadas a cabo en la primera década de este siglo en el cráter de Chicxulub, confirmaron, principal- mente gracias a la perforación de dos de sus áreas entre el borde ex- terior y el pico anular, que tras el impacto se creó un vasto sistema hi- drotermal, similar a los típicos de las áreas volcánicas submarinas. Para explorar el cráter con más deta- lle, en 2016 dos importantes progra- mas de investigación (el International Continental Scientific Drilling Pro- gram y el International Ocean Disco- very Program) financiaron la perfo- ración de una sección del pico anular de Chicxulub, donde los modelos de evolución térmica colocaron una al- ta tasa de actividad hidrotermal. La operación sacó a la superficie 15 to- neladas de roca excavadas entre 600 y 1300 metros de profundidad, bajo U na sección transversal tridimensional del sistema hidrotermal en el cráter de im- pacto de Chicxulub y sus respiraderos del fondo marino. El sistema tiene el po- tencial de albergar vida microbiana. [Victor O. Leshyk, Lunar and Planetary Institute] U bicación del cráter Chicxu- lub en relación con la Península de Yucatán. Los puntos blancos in- dican los sitios de perforación de va- rias expediciones científicas. El mar- cado M0077 indica la perforación de 2016, que permitió descubrir rastros de actividad mi- crobiana en el sis- tema hidrotermal formado por el impacto del aste- roide. [Astrobio- logy magazine] pacto, mediante el estudio del cráter Chicxulub. Esta estructura de aproxi- madamente 180 km de diámetro, enterrada en parte bajo el Golfo de México y en parte bajo la actual pe- nínsula de Yucatán, es el cráter de impacto con pico anular mejor con- servado de la Tierra. A principios de la década de 1990, Kring y su colega William Boynton estudiaron mues- tras de rocas extraídas del cráter, pa- ra correlacionar esa estructura con el evento de extinción masiva que in- volucró a los dinosaurios. Además de confirmar ese vínculo, el análisis de algunos minerales sugirió la posible existencia de un sistema hidrotermal asociado al cráter generado tras el impacto. En los años siguientes, otros estudios similares, realizados por varios investigadores sobre otros cráteres de impacto, destacaron có- mo la actividad hidrotermal podría ser una consecuencia común del ca- lentamiento por impacto en la cor- teza planetaria hidratada. Por lo tanto, el fatídico bombardeo de as-

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