Universo enero-febrero 2019

21 ENERO-FEBRERO 2019 CRÓNICAS ESPACIALES ria M3-1, una firme candi- data de haber sido creada por un sistema binario debido a sus chorros de material, muy habituales en interacciones entre dos estrellas cercanas. Según Brent Miszalski, in- vestigador del Telescopio SALT en Sudáfrica y coau- tor del estudio, «tenía que ser una estrella bina- ria, por eso decidimos ob- servarla para intentar en- tender la relación entre las estrellas y la nebulosa que han formado» . Las observaciones ense- guida confirmaron las sospechas. «Al empezar a observarla, vimos inme- diatamente que era un sistema bina- rio y que su brillo cambiaba rápida- mente, por lo que podía significar que tenía un periodo orbital muy corto» , cuenta Henri Boffin, investi- gador del Observatorio Europeo Aus- tral (ESO por sus siglas en Ingles) en Alemania. De hecho, la separación calculada entre las dos estrellas es de, aproximadamente, 160000 kilóme- I mágenes de archivo HST de M 3-1 que muestran su notable núcleo filamentoso y estructu- ras extendidas en forma de chorro. [Jones et al.] E sta animación muestra las órbitas de las estrellas casi tocando dentro de la nebulosa planetaria M3-1. [Jones et al.] tros, es decir, menos de la mitad de la distancia entre la Tierra y la Luna. Después de varias campañas de ob- servaciones en Chile con los telesco- pios Very Large Telescope (VLT) y New Technology Telescope (NTT), los investigadores consiguieron recopilar los datos suficientes para empezar a entender las propiedades de las es- trellas, como su masa, temperatura y tamaño. «Para nuestra sorpresa des- cubrimos que las estrellas eran gran- des y que, al estar tan cerca, es muy probable que, dentro de unos miles de años, podamos ver otro tipo de interacción binaria en forma de ex- plosión de nova» , añade Paulina So- wicka, estudiante del Centro Nicolas Copernicus en Polonia. El resultado de las observaciones con- tradice las actuales teorías de evolu- ción de binarias que sostienen que, una vez formada la nebulosa plane- taria, las estrellas permanecen sepa- radas durante mucho tiempo antes de llegar a interaccionar de nuevo. Cuando esto ocurre, la nebulosa ya debería haberse dispersado de ma- nera que no se observaría. Sin embargo, una explosión de nova observada en 2007, conocida como Nova Vul 2007, dentro de otra nebu- losa planetaria, puso en entredicho el modelo. «En el caso de M3-1, vemos otro candidato que puede experi- mentar una evolución similar; como las estrellas se están casi tocando, no deberían tardar mucho en volver a interaccionar y, quizás, a producir una nova dentro de una nebulosa planetaria» , concluye Jones. UNIVERSO !

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