Universo enero-febrero 2018

O umuamuaen una imagen de 300 segundos de exposición a falso color tomada el 29 de oc- tubre desde el Observatorio Gemini en Mauna Kea, Hawaii. [Observatorio Gemini, NSF, AURA / M. T. Bannister, R. E. Pike, M. E. Schwamb] Abajo, múltiples exposiciones centradas en Oumuamua combinadas en una imagen. [R. Kotulla (Univer- sity of Wisconsin) & WIYN/NOAO/AURA/NSF] 8 ENERO-FEBRERO 2018 bilístico. Sin embargo, algo sorprendente su- cedió el pasado octubre, que, en todos los as- pectos, parece confirmar ese hipotético escenario. Aquí están los hechos. Al final del día 19 de octubre, Rob Weryk, un investigador postdoctoral en el Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawaii (IfA), estaba revisando imágenes tomadas horas antes por el telescopio de rastreo de campo amplio y respuesta rápida 1 (Panstarrs 1), un telescopio de 1,8 metros de diámetro dedi- cado a la búsqueda de asteroides potencial- mente peligrosos. Weryk observó un trazo de luz en la constelación de Piscis hecho por un objeto de alrededor de magnitud 20. Emocio- nado por lo que había visto, examinó imáge- nes de la noche anterior y encontró el trazo en esas imágenes también, pero en un área del cielo tan diferente que no había sido de- tectado por el sistema automático de detec- ción de objetos en movimiento. En ese mo- mento, Weryk contactó con un especialista en el campo, Marco Micheli, del Instituto de As- trofísica de Canarias (un antiguo investigador de IfA), quien confirmó la presencia del objeto a través de observa- ciones realizadas con el telescopio de 1 metro en la Estación óptica de Tierra de la ESA en Tenerife. El cálculo preliminar de la trayectoria del objeto misterioso proporcionó un dato sorprendente: la ex- centricidad de su ór- bita estaba cerca de 1,2. Cuando la ex- centricidad es mayor de 1, estamos ha- blando de una tra- yectoria hiperbólica, correspondiente a un cuerpo que no orbita alrededor el Sol. Weryk y Micheli pronto se dieron cuenta que ese objeto provenía del exterior de nuestro sistema solar. Esta oportunidad única de es- tudiar un cuerpo formado en otro sistema planetario movilizó a numerosos investiga- dores, y en unas pocas horas, muchos teles- copios, incluidos los más grandes, estaban ya dirigidos al 'visitante'. Dado que inicialmente parecía ser un núcleo cometario, el objeto fue registrado por el Minor Planet Center (MPC, Cambridge, Mas- sachusetts) bajo el nombre C/ 2017 U1. Sin em- bargo, imágenes más detalladas tomadas con el Very Large Telescope de ESO (8,2 metros) S obre estas líneas y en la siguiente página, se muestra la órbita del aste- roide interestelar Oumua- mua a través del Sistema solar. A diferencia de todos los otros asteroides y cometas observados antes, este cuerpo no está ligado gravitacionalmente al Sol. Ha venido del espa- cio interestelar y está vol- viendo allí después de su breve encuentro con nues- tro sistema estelar. Su órbita hiperbólica está al- tamente inclinada y esto hace que su camino inte- rior en el Sistema Solar sea muy diferente del que recorrería un asteroide convencional acercándose a las zonas interiores. [ESO/K. Meech et al.] UNIVERSO

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